“Que todas las noches sean noches de boda, que todas las lunas sean lunas de miel”. Joaquín Sabina.

Hermosa sin duda la canción de Sabina, sin embargo, sabemos que noches de bodas puede haber varias, pero que todas las lunas de miel, terminan por terminar.

Se dice en política que todo gobierno tiene su cenit y que el descenso es inevitable tarde que temprano, y que este descenso generalmente comienza a la mitad del periodo. A la actual administración le quedan exactamente 630 días, luego de haber pasado 1,500 días en el poder, o sea queda el 29.6% del sexenio. ¿El cenit de esta administración ya paso?

Todo nos dice que si. Al parecer el punto de inflexión fue el tema de la llamada “Casa Gris”, lo que en su momento, provocó una fuerte caída en la popularidad del Presidente de entre 8 y 12 puntos de aceptación, quedando sus niveles de credibilidad por los suelos (Alejo Sánchez Cano. Marzo 18, ´22 en El Financiero).

Se suman a esto muchos otros escándalos teniendo como protagonistas a muy altos funcionarios cercanos al Presidente, independientemente de una serie de fatídicos eventos como el asesinato de periodistas, las masacres que no paran, y los índices de violencia, feminicidios y de asesinatos dolosos que desafortunadamente no han dejado de aumentar en estos ya 4 años de gobierno.

Sin embargo, aunque los niveles de popularidad del Presidente volvieron a subir, nunca regresaron a los niveles del inicio de su administración, encontrándonos con índices entre el 50 y 60%, no así los índices de desaprobación, los que en enero del ´19 se hallaban en solo un 13%, para encontrarnos en diciembre del ´22 con el 44%. 31% más.

Para lo anterior, se ha venido sumando una serie de eventos como la Revocación de mandato, que no alcanzó a ser vinculante, con apenas un 18% de participación. A la gente no le gustó tanta presión por participar, y la amenaza de que si no votaban “porque siga”, perderían sus apoyos. Preguntaban ¿Por qué tanto interés? ¿Pues que no son ellos mismos quienes lo están promoviendo? Esa pregunta ni la entendemos, me han dicho obreros, campesinos y empleados de bajo ingreso, los que generalmente están menos informados, pero que, sin embargo, se denota claramente una determinada susceptibilidad y perspicacia al respecto.

Han afectado al proyecto de la 4T, las inútiles diatribas con el Parlamento Europeo, con los Estados Unidos respecto del Tratado de Libre Comercio, el desprecio a la Cumbre de las Américas en claro apoyo a regimenes dictatoriales como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia. La injerencia en asuntos internos del Perú. La militarización. La batalla por apoderarse del INE. El abandono de altos y muy cercanos colaboradores como Carlos Urzúa (SHCP), Julio Scherer (Jurídico de la Presidencia), Gualberto Ramíres (SEISO), Germán Martínez (IMSS), Josefa González Blanco (SEMARNAT), Tonatiúh Guillén (INM), Guillermo García Alcocer (CRE), entre otros, considerados en su momento como moderados, quedando funcionarios considerados como radicales.

No se puede obviar, las “inauguraciones” del AIFA y de Dos Bocas, y el transcurso de otras mega obras, que han significado sobrecostos enormes, independientemente de la falta de viabilidad financiera, sumando la reciente compra por 816 MDP de Mexicana de Aviación, elevando inexplicablemente, el margen de acción y de responsabilidad de la SEDENA.

Ya de apenas hace unos días, los reveses que significaron el no conseguir la presidencia de la SCJN, asi como la titularidad del Tribunal de Justicia Administrativa. Y desde luego, lo último, la “conveniente” captura de Ovidio Guzman López, a unos días de la visita de J. Biden, en medio de muchos rumores contradictorios, sobre si participó o no la DEA, si fue una orden del presidente de USA, declaraciones de J. Trudeau, de que vienen a poner puntos sobre las íes, y un muy largo hilo de escándalos y declaraciones inoportunas practicamente todos los días, como aquella de que “la ayuda a los pobres no es un asunto personal, sino un asunto de estrategia política”, desnudando que en realidad eso de primero los pobres, no ha sido más que un slogan, y que se ha lucrado ignominiosamente con la pobreza de México.

El caso es que “no huele bien” el estado de las cosas en nuestro país, y que hay demasiada preocupación por su futuro, en una polarización cada vez más cruda, en la que MORENA hace tiempo decidió ilegalmente el comienzo de sus campañas hacia el presente año y el próximo ´24, en las que las denominadas “corcholatas” a pesar de tantos espectaculares, eventos y bardas, nada más no terminan por levantar, estableciendo una lucha al interior de su propio partido, con diversos golpes bajos entre ellos, y una oposición que apenas empieza a asomarse, sin embargo con el tiempo suficiente para poder dar la batalla, en donde este factor sin duda, puede ser ahora su mejor aliado para conseguir la alternancia.

Presumo que desafortunadamente vienen tiempos dificiles, que la lucha política por el poder se recrudecerá, que la violencia se mantendrá, que los yerros seguirán, y que los “momentos estelares” que vivimos según el Presidente, son en realidad momentos muy oscuros, y que en definitiva han podido ser evitables, de haber establecido políticas sanas, realizables, privilegiando el hacer lo correcto con la virtud de la sensatez.

Si, al parecer esta luna de miel ha terminado. Ojalá que termine bien, seguro no será con la belleza de quienes ven un país creciendo y mejorando porque los resultados claramente dicen que no es verdad, ni tampoco será con los nefastos augurios de quienes aseguran que México terminará destrozado. Ya lo veremos.

Ya que comencé con letra de una canción de Sabina, termino con el título de otra hermosa canción, en este caso de nuestro Marco Antonio Solis: “¿A dónde vamos a parar…?

Les abrazo.