Enfoque Informativo

  • La mujer obtuvo ganancias totales de 400 mil dólares (7.8 millones de pesos) que, según contó a la lotería estatal, invertirá en su jubilación

Entre millones de boletos, infinidad de posibilidades y un sinnúmero de competidores que ansían por hacerse con la victoria, la probabilidad de ganarse la lotería es, quizás, una en un millón. No obstante, para fortuna de unos y desgracia de otros, no es así en todos los casos.

Una mujer de 70 años, cuya identidad no ha sido revelada públicamente, es la prueba viviente de que, como dicen por ahí, “la suerte es loca y a cualquiera le toca”. Y si no, que lo digan los más de dos mil millones de pesos que reposan en su cuenta bancaria luego de haber dado no uno, sino dos golpes de suerte, al ganar dos veces la lotería instantánea en un mismo día.

De acuerdo con un comunicado de prensa emitido por la Lotería de Delaware, la suertuda protagonista de esta historia ganó 100 mil dólares -equivalentes a casi dos millones de pesos mexicanos – con un boleto de lotería instantánea Ultimate Cash que compró por 20 dólares -poco menos de 400 pesos- en una estación de gasolina ubicada en Newark, ciudad de Nueva Jersey, Estados Unidos.

Como si haberse hecho con la millonaria suma de dinero no hubiese sido suficiente, la mujer decidió celebrar su victoria adquiriendo tres boletos más de lotería -Serious Money- en una tienda ubicada en Dover, Delaware.

A pesar de que las probabilidades de ganar -en su caso, por segunda vez- eran de 1 en 150 mil, la mujer rompió contra todo pronóstico al obtener el premio mayor de 300 mil dólares -casi 6 millones de pesos mexicanos – con uno de los boletos que había comprado en la tienda, de camino a casa.

“Mi mejor amiga fue la primera persona a la que le conté que había ganado el premio mayor de 100 mil dólares y vino conmigo a reclamarlo”, dijo la mujer a los funcionarios de la lotería, de acuerdo con el medio “Business Insider”.

Y agregó: “Cuando raspé el boleto ganador de 300 mil dólares en Serious Money más tarde ese día, nos sentamos incrédulos. Fue una locura absoluta”.

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