Enfoque Informativo
Si hay una palabra que puede definir a lo que va del siglo XXI, es innovación.
El mundo lleva dos décadas inmerso en una revolución tecnológica que ha modificado prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas
Hace 20 años tener un celular era un lujo, hoy en día es impensable vivir sin uno, no sólo por la parte de la comunicación rápida, eficiente y multicanal (teléfono, mensajería, correo, redes sociales y videollamadas, todo en uno), sino porque en una generación hemos llegado al punto de delegar algunos de nuestros procesos cognitivos a los dispositivos tecnológicos.
¿Cuántos números telefónicos conocemos de memoria?, ¿hasta dónde podemos llegar viajando sin una aplicación de mapas? La Revolución Industrial duró aproximadamente 20 años antes de que se estabilizaran los cambios radicales a los modelos industriales.
Los 20 años que han transcurrido de la actual Revolución Tecnológica son apenas la primera etapa, y la ola de nuevas tecnologías que se viene lo demuestra. El reporte Big Ideas 2023, de la firma estadounidense ARK Invest, menciona dos conceptos interesantes, con los cuales debemos familiarizarnos: innovación disruptiva y convergencia tecnológica.
México se queda atrás en la innovación tecnológica
¿Qué pasa al respecto en nuestro país? Las últimas dos administraciones federales ciertamente no han dado muestra de que el tema sea una prioridad, el caso de la inteligencia artificial da una buena muestra de ello.
Durante la administración de EPN se publicó la Estrategia de Inteligencia Artificial MX 2018, resaltando durante su lanzamiento que éramos uno de los primeros 10 países en el mundo en contar con un instrumento de este tipo. Cinco años después, esta delantera que se tomó no ha tenido ningún impacto, lo cual se debe a dos razones fundamentales.
Primero, el mencionado documento se publicó nueve meses antes de que concluyera la administración, dejándola en la práctica fuera del presupuesto federal, y por ende sin capacidad de ser accionable.
Segundo, en el cambio de gobierno, no se retomó, dado que la prioridad fue la Estrategia Digital Nacional, orientada a lograr la conectividad a Internet de la mayor parte del territorio nacional (y en la cual, cabe señalar, no se menciona una vez el concepto de “inteligencia artificial”).
A manera de contraste, Perú y Chile publicaron sus estrategias sobre inteligencia artificial en 2021, tres años después de México, y el avance que han tenido ha sido sustancial.
El escenario actual ha sido el típico mexicano, “que cada quien se rasque con sus uñas”, siendo iniciativa de cada dependencia, o de cada estado, entrarle al tema.
Dos ejemplos son el Servicio de Administración Tributaria que durante esta administración ha incrementado su capacidad de recaudación, en parte, gracias a la integración de inteligencia artificial, y Guanajuato, donde se creo el Instituto de Innovación, Ciencia y Emprendimiento, el cual fondea proyectos de desarrollo tecnológico, incluyendo especialmente, inteligencia artificial.
Mientras no se tenga una política nacional efectiva en el tema, nos quedaremos admirando como el resto del mundo sigue avanzando hacia el siglo XXII.