Enfoque Informativo

Los perfumes deberían traer un manual de instrucciones para que su uso sea próspero. Pero como no lo trae, te brindaremos algunos consejos efectivos y evitar que la fragancia se esfume rápido.

Comprar perfumes será algo fácil cuando lo comparemos con su forma de aplicación. Es que elegir las notas quedará en un segundo plano cuando no sepas cómo ponerte la fragancia. Ya sea hombre o mujer, siempre se cometen los mismos errores al usar perfume. Y para facilitarte la tarea, hoy te contaremos cuáles son esos pecados capitales que tendrás que abandonar. Si bien no es una ciencia, te explicaremos en detalle qué no hacer y así el aroma te durará más.

Uno de los principales errores al usar perfume radica en frotarse las muñecas o el cuello después de rociar la loción. Es que la fricción hará que la piel se caliente y se produzcan enzimas naturales que cambian o aceleran la transformación de la colonia. Incluso, según especialistas, las partículas se desintegrarán antes de penetrar tu cuerpo.

En esta línea, otro hábito que deberá cambiar la mujer es aplicarlo muy cerca o muy lejos, sin tomar la distancia necesaria. De acuerdo a expertos, se tendrá que rociar a 30 centímetros de la piel y de manera uniforme para que sus notas se liberen poco a poco. Este punto es fundamental para que estés todo el día con aromas únicos.

Sea cual sea la fragancia, un error indiscutible es esparcirlo por partes del cuerpo totalmente innecesarias, tales como el rostro o el abdomen. Eso podría causar reacciones que dañen la piel, especialmente si se hace en la cara. En consecuencia, especialistas sugieren colocar los perfumes en cuello, muñecas y pliegues de brazos, denominadas zonas calientes.

Por último, los perfumes no deberán aplicarse directamente sobre la ropa. Este es uno de los más comunes errores al usar perfume. Generalmente lo hace la mujer, en búsqueda de perfumar las prendas. La fragancia debe aplicarse sobre la piel, y en menor medida sobre el pelo (pero muy poco, ya que dañaría los folículos). En cambio, si lo hacemos sobre la ropa, correrá el riesgo de que se manche.

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