Enfoque Informativo

  • Varios factores pueden hacer que un trabajador se sienta desmotivado en su trabajo: falta de retos diarios, conflictos con los compañeros o jefes o falta de vocación son alguno de ellos

La desmotivación laboral no es un asunto a tomarse a la ligera. Esta puede conllevar estrés, falta de productividad y compromiso que a la larga impacte de manera negativa tanto en el trabajador como en la compañía. No es difícil entender que un empleado insatisfecho y apático trabajará peor.

Por qué estás desmotivado en tu trabajo

¿Pero a qué se debe esta apatía laboral? En opinión de la psicóloga especialista en salud laboral y Recursos Humanos, Elisa Sánchez esto puede deberse a diversas causas.

¿Por un lado, una falta de retos en el trabajo puede conducir hasta el aburrimiento? o en términos más técnicos al síndrome boreout. Las tareas empiezan a percibirse demasiado rutinarias y mecánicas lo que lleva a que no se encuentre aliciente alguno para rendir.

La imposibilidad de promocionar, la falta de autonomía en el trabajo, o llevar a cabo tareas demasiado repetitivas son algunas de las causas que puede llevar a esta apatía laboral.

Identifica qué está causando esa desmotivación

Para poder poner fin a un problema lo primero es poder identificar qué lo genera. Por ello, Sánchez, recomienda que antes de tomar cualquier medida frente a un estado constante de frustración y falta de ganas en el trabajo es ” una autorreflexión para ver cuál es la causa” de ello.

Si lo que está ocurriendo es que la tarea es muy fácil simplemente lo que tienes que hacer es hablar para poder optar a otras funciones que te supongan un reto. Si es un conflicto lo que se requerirá es poder gestionarlo con la persona implicada, o incluso poder cambiar de equipo de trabajo.

Céntrate en lo que sí te gusta del trabajo

Es muy poco probable que no exista ni un solo aspecto de tu empleo que no te guste.

Por lo que prestar atención a esos aspectos que sí te resultan agradables te ayudará a obtener esas energías que te faltan o por lo menor a no sentirte demasiado agobiado con tu empleo.

Prueba a recordarte de manera frecuente estas cosas buenas. Puede ser también útil apuntarlas en una libreta.

Busca el apoyo de tus compañeros de trabajo

Especialistas también recomienda “apoyarse en las personas que nos gustan a nivel humano en el trabajo” como forma de hacer este más llevadero.

“Los amigos nos pueden salvar. Olvidemos lo de ‘no estamos aquí para hacer amigos’. ¡No he oído algo más anacrónico!” advierte.

Los beneficios de las relaciones sociales pueden mejorar el humor incluso a nivel físico, en opinión de la coach emocional.

Ponte retos diarios que te hagan sentirte realizado

Si lo que te sucede es que te sientes estancado en tu trabajo, “favorece la motivación intrínseca, no esperes que esta venga de algo o alguien de fuera” puntualiza la psicóloga laboral.

Para lograrlo, aconseja marcarse nuevos retos de manera diaria.

“Piensa ‘qué es lo que tengo que haber hecho en mi trabajo para que diga hoy ha merecido la pena’. Qué me daría satisfacción, qué cosas me autor refuerzan a corto plazo”.

Identificar esto, y ponerlo en práctica cada día, te ayudará a sentirte más útil y realizado contigo mismo.

Asimismo, puedes solicitar a recursos humanos o a alguien de tu equipo con quien tienes confianza buscar tareas que podrían motivarte más.

Compatibiliza los retos diarios con otros a medio plazo

“Pon los pies en hoy, pero la vista en un medio plazo”, sugiere Sánchez.

Es decir, mientras que buscas cómo gestionar tu crisis a corto plazo para sentirte mejor, no pierdas de vista aquello que a largo plazo puede darte lo que anhelas en tu carrera profesional.

“Si por ejemplo te sientes estancado porque no puedes promocionar mira qué necesitas para lograrlo. Si para dirigir ese proyecto necesitaría un máster, no te quedes en el victimismo de quejarte no tengo ese máster, no tengo esa experiencia… haz por adquirirla.”

Aléjate de lo que te genera malestar y cambia tu actitud por una más proactiva

Muchas veces lo que lleva a generar más malestar son las comparaciones que estableces respecto de los demás. Lo adecuado es evitar este tipo de pensamientos todo lo posible.

“Aléjate de toda esa basura mental que lo único que está haciendo es hundir más tu motivación. Si estás todo el día diciéndote “ese gana más que yo”, “trabaja menos que yo”…  es muy difícil que al día siguiente te levantes con energía positiva” analiza la psicóloga.

“Son los jefes, los compañeros, me pagan poco… eso hace que entremos en un rol de víctima que hará que estemos apáticos, con unas emociones enquistadas que no promueven la acción. Es decir, vamos a estar en la desmotivación constante.”

Lo adecuado frente a esto es cambiar la mentalidad de víctima por la de protagonista. “Todo lo que tiene que ver con ese empoderamiento de ‘yo puedo salir de donde estoy'” explica.

Aprovecha el tiempo libre para elaborar un plan de salida

Por supuesto si tu trabajo te disgusta hasta el punto de generar en ti apatía y ansiedad, lo más adecuado es que pienses en buscar otro.

“Después del trabajo, dedica unos minutos a conectar contigo, con tu estado emocional, muévete, medita y elabora un plan de acción en el que analices cuál va a ser tu salida y hacia dónde”, estiman expertos.

Céntrate en otros aspectos de tu vida

No todo es el trabajo y deberías ser consciente de ello. Nuestro rol o profesión ni siquiera nos define como personas, pero a veces esto se olvida en el sistema competitivo y de éxito en el que vivimos.

“Busca esos aspectos positivos de tu vida que no sean el trabajo” alienta Sánchez.

“Lo laboral no tiene que ser la mayor fuente de energía, de satisfacción, entonces busca si es el ocio, los amigos… eso que ahora mismo te da esa motivación y céntrate en ello. No pienses de forma dramática que como estás mal en el trabajo ya estás mal en todo lo demás. Busca esa positividad en otras tareas de la vida” enfatiza Sánchez.