Francisco Rodríguez
Ernesto P. Uruchurtu fue regente en la CDMX de los presidentes Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y de Gustavo Díaz Ordaz.
Claudia Sheinbaum es “regenta” de AMLO en la capital nacional, pues aún no asume la jefatura del Gobierno que le fue conferida por voto popular hace poco más de tres años. No sabemos hasta ahora cómo es ella en realidad, pues sólo se concreta a emular a su vecino de Palacio Nacional y a repetir como lorita todo lo que aquel dice, sea correcto o no.
Uruchurtu fue un gran urbanista. Cambió la faz de la entidad a su cargo. Construyó más 120 mercados, casi 200 escuelas en la ciudad, decenas de avenidas y el medio Anillo Periférico, la iluminación de la metrópoli y decenas de parques y jardines, los colectores y el entubamiento de la mayoría de los ríos aledaños a la capital de la República.
Muchas de las obras del sonorense, que también fuera secretario de Gobernación en el sexenio de Miguel Alemán Valdés, varias obras contribuyeron a la modernización de la que Humboldt calificara como “la ciudad de los palacios” tales como el entubamiento de los ríos Consulado, Churubusco y de la Magdalena, la renovación de la calzada de Tlalpan, la ampliación del Bosque de Chapultepec, así como unidades habitacionales, entre otras San Juan de Aragón y del Peñón.
Claudia Sheinbaum, en cambio, tiene postrada a la metrópolis y es la fecha en la que sólo se ha dedicado a repartir dinero de los contribuyentes entre sus potenciales electores –chairos y amlovers, en su inmensa mayoría– y, a últimas fechas, a autopromocionarse mediante visitas relámpago a las entidades de apenas tres o cuatro horas y a escribir y a dar entrevistas en medios de comunicación del extranjero, donde nadie votaría por ella.
Nada más.
La Cañada, en los Dinamos de Contreras
Ernesto P. Uruchurtu cayó tras una maniobra política de Díaz Ordaz, orquestada en la Cámara de Diputados de aplastante mayoría priísta.
Claudia Sheinbaum, en cambio, es ensalzada por las mayorías morenistas en los órganos parlamentarios de la Federación y de la propia capital del país, por órdenes de ya sabe usted quién.
Muchas diferencias…
… y una gran semejanza.
La caída política y la defenestración de Uruchurtu del cargo obedeció a que ordenó –con el conocimiento de su jefe– que se derrumbaran viviendas populares en Santa Úrsula para que sobre los terrenos ya despejados se construyera el originalmente llamado Estadio Azcárraga… hasta que convencieron al llamado Tigre de bajarle dos rayitas a su egocentrismo y le cambiara el nombre a Estadio Azteca… por las iniciales del magnate.
En medio del apogeo de su precampaña presidencial, Sheinbaum dio el visto bueno para que apenas este último 24 de junio “se presentaron aproximadamente a las ocho de la mañana 8 a.m., en casco de la hacienda La Cañada ubicado en Emilio Carranza 10 en el Pueblo originario Atlitic, un grupo de funcionarios de la Secretaria Del Medio Ambiente SEDEMA, en compañía de policías uniformados, granaderos y grupos especiales de policías ‘sin uniforme’, con ‘armas largas’(,) con maquinaria pesada, intimidando a todas las familias que vivíamos dentro del predio en cuestión a título de poseedor y usufructuario derivado del contrato verbal en dónde los dueños de la propiedad, le solicitaron al C. Jesús Hernández le cuidara y resguardara el predio, esto nos pone en calidad de poseedores de buena fe”, según consta en la denuncia por destrucción de monumento histórico, presentada por la concejal Patricia Barragán Pacheco y un nutrido grupo de vecinos de la delegación Magdalena Contreras donde es “responsable” la alcaldesa Patricia Ortiz.
Destruyeron el monumento histórico clasificado por el INAH. No dejaron piedra sobre piedra. Perpetraron ecocidio, al talar una gran cantidad de árboles, la mayoría de ellos con más de cien años de haber sido sembrados en esa zona aledaña los tradicionales Dinamos de Contreras, construidos en el porfiriato.
¿Socia de fraccionadores en la Magdalena Contreras?
Y no sólo eso: las “fuerzas del orden” –no se ría– maltrataron a los desalojados. Mujeres embarazadas, niños, ancianos…
Mataron animales domésticos en su violencia desenfrenada.
¿Y todo eso para qué?
Pues para dar paso a la construcción de un fraccionamiento de lujo en la zona boscosa del sur de CDMX.
¿Es Sheinbaum socia de los fraccionadores?
¿Cuál es el bisne con Grupo Frisa?
¿No que “primero los pobres”?
Uruchurtu no alcanzó la Presidencia de la República, como tampoco lo consiguió su antecesor Fernando Casas Alemán.
Claudia Sheinbaum está enfilada al cargo con los dados cargados por el propio AMLO. Es “la favorita de Palacio”. ¿Ella sí será “la buena”?
¿Usted qué cree?
Indicios
“La Ley de Herodes”, así en cuatro palabras definió mi amigo Ce Hache al decreto de AMLO que, también en síntesis, quiere decir “porque yo lo digo, yo lo hago y chínguense los demás”. Otra vez el Presidente de la República en una actitud abiertamente dictatorial pretende pasar por sobre las leyes. Sus obras prioritarias, las faraónicas pues, no estarán sujetas a la ley y, como el segundo piso del Periférico encargado a Claudia Sheinbaum, permanecerá en la más absoluta opacidad. * * * Justo cuando se cuestionaba la honestidad militar en la construcción de esas obras (Santa Lucía, Tren Maya, Dos Bocas, bancos del Bienestar, aeropuertos, puertos, aduanas y un largo etcétera) y cuando se discute la efectividad de las Fuerzas Armadas en el combate a la inseguridad pública, el redactor del discurso que el general de cuatro estrellas Crescencio Sandoval pronunciara el anterior sábado 20 de noviembre metió la pata. Si nos atenemos a lo dicho por Ricardo Monreal, líder de la mayoría morenista en el Senado, el secretario de la Defensa Nacional expresó una opinión, una opinión respecto de la Cuarta Transformación que es una filosofía, no es un partido y no es una expresión política partidista. Es una expresión de carácter general sobre un Movimiento que está llevando a cabo México, como otras etapas… Y lo que Sandoval expresó fue: ‘hay que apoyar o simpatizar con este proceso de transformación que vive el país’. No creo que eso implique una posición política partidista; el general es una persona prudente, correcta y un hombre leal a las Instituciones y al Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, que es el Presidente de la República”. En resumen: el general no tiene quien le escriba discursos claros, que no se presten a interpretaciones. Directos, pues. * * * Hoy me fui de largo, pero hasta aquí la dejamos. Le agradezco la lectura de estas líneas y, como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!