Enfoque Informativo

La población ha remarcado que las autoridades reconozcan la magnitud de la crisis en el sector agrícola y no solo en el turístico, ante millones de toneladas de maíz destruidas

En medio de la devastación provocada por el Huracán “Otis” en Guerrero, se presenta una crisis económica inminente, dado que los cultivos clave de la región han sufrido daños significativos, lo cual derivaría en un problema económico en los próximos meses, ya que varios productores han perdido sus cosechas.

Municipios como Técpan de Galeana, Atoyac de Álvarez y Coyuca de Benítez, junto con Acapulco, han sido los más afectados por la furia del huracán. Mientras la atención se centra en la zona costera y el sector turístico, el impacto en la agricultura por el momento ha pasado desapercibido.

El cultivo más perjudicado es el maíz, fundamental para la región, con una producción de un millón 460 mil 629 toneladas. A este le siguen en pérdidas el mango con 404 mil 561 toneladas, los pastos destinados a la alimentación del ganado con tres millones 138 mil 641 toneladas, la copra con 191 mil 840 toneladas y el melón con 98 mil 156 toneladas, de acuerdo con Luis Eduardo González Cepeda, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC).

Sigue la escasez de alimento

El problema más inminente es la amenaza de escasez de alimentos en Guerrero. “La población se verá gravemente afectada, ya que en la entidad los rendimientos de maíz son notoriamente bajos, alrededor de 3 toneladas por hectárea”, dijo.

El Huracán “Otis” ha devastado el ciclo agrícola que estaba en su fase final, eliminando cualquier progreso que se hubiera logrado tras la sequía anterior debido a los vientos, las inundaciones y otros desastres naturales, explicó González Cepeda.

Sin embargo, bajo este escenario la página del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados ha posicionado el precio de la tortilla a un monto máximo de veintinueve pesos el kilo, con la intención de apoyar a la población afectada en la búsqueda de sus alimentos.

No obstante, a pesar de que el precio máximo se ha fijado, algunos productos de la canasta básica se han vendido a un mayor precio; tal es el caso del kilo de tortilla, el cual reportan que ha llegado hasta los 150 pesos en algunas zonas.

Debido a ello ha sido fundamental reconocer la importancia del sector rural en la economía de Guerrero y proporcionar apoyo a los agricultores afectados. La recuperación del sector agrícola será un proceso largo y complejo.

Cultivos como el mango y el limón requerirán al menos cinco años para recuperarse, mientras que otros, como las palmas de coco, difícilmente podrán reponerse en el corto plazo, añadió González Cepeda.

La población de Guerrero se compone de tres millones 679 mil 821 personas, con el 60 por ciento residenciado en áreas urbanas y el 40 por ciento en zonas rurales. Además, el 28 por ciento de la población económicamente activa trabaja en el sector primario del estado.

En este sentido, la población ha remarcado que las autoridades reconozcan la magnitud de la crisis en el sector agrícola y proporcionen apoyo en la misma medida que lo han hecho con el sector turístico, que ha acaparado la atención tras el paso de “Otis”.

“La recuperación del sector agrícola será un proceso prolongado y desafiante. Guerrero requerirá apoyo de otros estados productores de maíz para hacer frente a esta crisis y evitar la posibilidad de una escasez de alimentos en la entidad”, afirmó González Cepeda.

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