Enrique Silva
La falta de aplicación de leyes y reglamentos fortalecen la mala actitud de ciudadanos irrespetuosos e irresponsables que sin ningún pudor tiran basura dónde sea, afectando no solo la imagen, si no también al medio ambiente.
Uno de los problemas mayores que desde hace tiempo afecta a los destinos turísticos de Guerrero es la basura y no solo la que se acumula en puntos negros, en general la que aún en pequeñas cantidades por mínimas que sean contribuyen a un mal aspecto y contaminación ante autoridades que han sido omisas en sus responsabilidades y no precisamente en hacer la recolección de los desechos con la a frecuencia necesaria, más bien en sancionar sin miramientos y con apego a leyes y reglamentos establecidos a todo aquél que sea sorprendido tirando basura en la cantidad que sea en lugares inapropiados
De aplaudir es la iniciativa que se aplicará en próximos días en la isla de la Roqueta de Acapulco dónde ya no se permitirá el acceso de ningún artículo de unicel, lo mismo debiera hacerse en todo Acapulco y el resto de municipios de Guerrero, recordando que desde hace tiempo se aprobó una ley que prohíbe el uso de Unicel y bolsas de plástico no degradables, pero dicha ley está como tantas otras dormida y en desuso, al igual que el bando de policía y gobierno que permite sancionar a quien tire basura fuera de dónde se debe.
Acapulco es muestra clara que no se debe seguir apostando solo al llamado al buen ciudadano, sencillamente porque es evidente que no ha respondido e igual vemos que la gente arroja basura dónde sea como hoteles, restaurantes y centros comerciales siguen arrojando su basura en grandes e irresponsables cantidades en la calle generando puntos negros cuando la ley manda que deber contratar servicios especiales con el municipio y no con particulares que tiran o queman la basura sin control alguno.
Los ciudadanos debemos apoyar las acciones de gobierno que busquen poner orden porque además de merecerlo lo necesitamos hasta por salud, de no aplicarse la ley seguiremos sufriendo las consecuencias que cada vez pueden ser mayores e incluso irreversibles.