Por Efraín Flores Maldonado

He vivido con cierta cercanía, los gobiernos de Alejandro Cervantes Delgado, José Francisco Ruiz Massieu, Rubén Figueroa Alcocer, Ángel Aguirre Rivero, Rene Juárez Cisneros y estos tiempos de Héctor Astudillo Flores. Se ha dicho que todo gobernante tiene posibilidades de tres gabinetes; el inicial que es negociado con fuerzas impulsoras… y opositoras; el de medio gobierno que incluye un mayor número de personas del equipo cercano y leal a quien gobierna y el gabinete de salida, que normalmente se instala en el último año de gobierno y que, como el inicial, se forma con partidarios y opositores, para incrementar la gobernabilidad y estabilidad política del ejecutivo que procura concluir en paz el tiempo legal de su gobierno. Sabemos que solo algunos gobernadores han concluido el mandato para el que fueron electos; la mayoría han sido derrocados y esa anarquía es persistente en la radiografía de nuestra modernidad política. Con la llegada de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, debe iniciarse el retorno a la normalidad política; a un gobierno estable… y durable. La mayor parte de gobernadores han sido derrocados en los primeros y en los últimos días de su mandato; de hecho, desde que son electos hasta que se van, viven en constante amenaza de ser derrumbados. También ACD y JFRM sufrieron intentos de ser defenestrados. Han caído los débiles… y también los muy fuertes. Es cosa de oportunidad, tiempos difíciles… y errores de los gobernantes. En los primeros días de cada gobierno local, hay acciones estratégicas para “calibrar” las reacciones del nuevo gobierno; si se repliega, el enemigo se infla, se legitima ante sus seguidores y en el corto plazo, arremete con sus mejores armas y argumentos; presiona… y aprisiona; si el ejecutivo reacciona con violencia, normalmente los opositores reculan en sus demandas ficticias y solo gestionan… lo justo. Así, las oposiciones legítimas y las oportunistas registran en su termómetro la “temperatura” política del nuevo gobierno. La imagen de los primeros días normalmente es punto de referencia en acciones y críticas al poder durante el tiempo que existe. Estoy seguro que Evelyn Salgado Pineda, consecuentemente enviará a todos mensajes claros… y cifrados, de los rasgos auténticos de su oficio político, de su carácter; de lo que quiere y espera de sus colaboradores… y opositores, para servir con fidelidad y lealtad a Guerrero. En síntesis, la acción gubernamental que despliegue la Gobernadora, no excluye la posibilidad de dibujar y poner en acción, un gabinete que le permita reconstruir la gobernabilidad política de la entidad, incluyendo en el mismo, a personalidades representativas de fuerzas políticas leales y partidistas opositoras. Así, iniciará un gobierno que debe ser exitoso por la legalidad de la gobernadora; estaríamos transitando rumbo a la estabilidad y gobernabilidad, en un sexenio estatal con evidente y positiva estabilidad, lo que permitiría el dibujo de un poder ejecutivo estatal en total orden y gobernanza política. Felicito a la nueva gobernadora. *Doctor en Ciencia Política

 

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