Enfoque informativo

  • La cantante recordó durante una entrevista su desastroso paso por la educación media en Chile

La famosa cantante Mon Laferte recordó la etapa de su vida en la que vendió marihuana cuando iba a la escuela, esto antes de siquiera pensar que arrancaría su carrera como una de las compositoras e intérpretes más importantes de Latinoamérica.

En entrevista para el canal de Yordi Rosado en YouTube, Mon rememoró parte de su desastroso paisaje por la escuela de nivel medio en Chile, donde no le iba muy bien y encima vendía mariguana a otras alumnas.

Según relató, iba en primer grado medio (lo equivalente a un nivel de secundaria en México) después de terminar con el nivel de educación básica en Chile, pero “era desordenada, no quería estudiar y (era) rebelde” por lo que no quería continuar con sus estudios, pues ni siquiera iba a clases. Pero mientras lo logró, repartió cigarros de cannabis entre sus compañeras.

“Vendía mariguana en la escuela”, aceptó. “No me cacharon que vendía mariguana, por suerte; ese año fue horrible”, reconoce.

Según recuerda, asistía al colegio República Colombia, que era sólo de mujeres y que era reconocido por ser el plantel en el que aceptaban a “las chicas que no recibían en ninguna parte, o sea, caso perdido”. En su afán por ser respetada en este entorno, se acercó a una mujer que tenía al rededor de 25 años y estaba en el último grado que había repetido varias veces.

“Ella era la que vendía; vendía mota y otras cosas”, recuerda la cantante. “Me hice amiga de ella y me dijo ‘pues va, te voy a hacer parte del negocio; tú lo que tienes que hacer es repartir la mota entre las compañeras y yo te voy a dar un porcentaje'”, agregó.

Para lograrlo, Mon metía los cigarros de en sus calcetines y guardaba candados en sus botas por su acaso necesitara defenderse de los demás.

Pero pese a hacer esto, la cantante nunca fue descubierta por las autoridades del plantel, y decidió salir de los estudios en cuanto encontró su lugar en la música con su primer trabajo como artista.

“No podía creer que me iban a contratar para cantar, entonces dije ‘en la escuela me está yendo horrible, nada más voy a pelearme y a vender mota, no tengo nada más que hacer ahí'”, contó. “Lo bueno fue que no seguí en la escuela esa donde me ponía pacheca diario y muy pequeña”.

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