Enfoque Informativo

Miles de mujeres se movilizan este martes en todo el mundo para defender sus derechos, con un recuerdo muy presente para las mujeres atrapadas en las largas filas para huir de la guerra en Ucrania

De Paquistán a España, miles de mujeres se manifiestan este martes en el mundo entero para defender sus derechos, con un recuerdo muy presente para las mujeres atrapadas en las largas filas para huir de la guerra en Ucrania.

En la estación de Przemysl, en Polonia, a pocos kilómetros de la frontera con Ucrania, un religioso franciscano regalaba tulipanes rojos y amarillos a las mujeres recién llegadas a ese punto por el que cada día transitan miles de refugiados.

“Creo que es importante que hoy, en este momento tan difícil, alguien les diga que son muy importantes”, afirmó Kordian Szwarc.

“Sabemos que sus hombres están muy, muy lejos de aquí y que no hay nadie para decirles que son importantes y bellas. Esa es mi misión hoy”, agregó.

De acuerdo a la ONU, ya son dos millones de personas las que han huido de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el 24 febrero.

Dentro del propio país, soldados voluntarios regalaban también tulipanes a las mujeres que pasaban cerca de algunos puestos de control en Kiev, constató un corresponsal.

A la espera de la manifestación de Madrid -prevista para las 19:00 y que se anuncia multitudinaria como cada año- varios miles de personas marcharon en París contra la violencia sexista y por la igualdad salarial.

Tras la pancarta de la cabecera, que pedía un “levantamiento feminista por la igualdad”, las manifestantes portaban pancartas en las que se podía leer: “Ni las mujeres ni la tierra son territorios de conquista”, o “feminismo indignado, no pienso dejarme hacer”.

Antes de manifestación, las militantes leyeron una carta escrita por “feministas rusas” llamando a los defensores de las mujeres del mundo entero a “tomar posición contra la guerra”. La guerra en Ucrania “trae la violencia de las balas, pero también las violencias sexuales”, aseguraron.

En Asia, algunos miles de mujeres se reunieron el martes en las grandes ciudades pakistaníes como Islamabad, la capital, Karachi, la gran metrópolis del sur, o Lahore, la capital cultural, donde las autoridades intentaron sin éxito suspender el evento.

En una sociedad que sigue siendo muy conservadora y patriarcal, las marchas del 8 de marzo enfrentan muchos obstáculos desde su primera edición, en 2018.

En la celebrada en 2020, islamistas lanzaron palos y piedras hacia las manifestantes que marchaban por Islamabad, hiriendo a algunas y forzando a muchas a resguardarse hasta la intervención policial.

“Participo en la marcha cada año” y este era particularmente importante, ya que “tuvimos varios casos recientemente en los que quienes fueron violentos con mujeres se fueron sin consecuencias”, indicó desde Lahore Sairah Khan, una estudiante universitaria de 23 años.

En Paquistán, hay mujeres que siguen siendo asesinadas a balazos, cuchilladas, estranguladas, lapidadas o quemadas por haber “ensuciado el honor” de su familia. Los sectores conservadores acusan a quienes las defienden de promover los valores liberales de Occidente y de no respetar las sensibilidades religiosas y culturales locales.

En el vecino Afganistán, el 8 de marzo se celebró bajo una gran discreción ya que las militantes feministas viven con el fuerte temor de ser detenidas por el nuevo régimen talibán que arrasó con los 20 años de progresos conquistados tras su regreso al poder el pasado 15 de agosto. “Los talibanes nos quitaron el cielo y la tierra”, lamentó una militante del grupo Unidad y Solidaridad Mujeres, bajo condición de anonimato.

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