Juan José Romero

  • En Guerrero ha habido violencia en contra del sector religioso que van desde los asesinatos hasta robos y daños en iglesias de diversos credos

La creación de leyes que van en contra de la vida y la familia han ocasionado agresiones en contra del sector religioso, señaló Carlos Mars Barbosa, presidente del Consejo Interreligioso del Estado de Guerrero.

“Esto alimenta más odio ahora por parte de delincuentes, y esto es algo terrible, hace varios años, los delincuentes tenían ciertos códigos, respetaban el estar en un funeral, y también respetaban el hecho de no introducirse en iglesias para hacer estos delitos (asesinatos), pero ahorita se ha rebasado esa situación”, manifestó.

Mars Barbosa se pronunció por pedir justicia por la muerte de dos sacerdotes jesuitas en el norte del país, quienes fueron asesinados por un narcotraficante; sin embargo, en otras religiones o cultos religiosos también han sido víctimas de la delincuencia como robos, y daños entre otros.

Enfatizó que el problema es que cuando van a interponer denuncias penales por estos delitos, funcionarios del Ministerio Público, “han minimizado estos delitos, y los han invisibilizado”, aunado al trato indiscriminado a estos casos afirmó el líder interreligioso.

“Pero sí ha habido esos ataques en contra de ministros, pastores y también en contra de sacerdotes, ahorita ya trascendió porque fue con gran violencia, y no solamente eso, sino que fue de manera tan descarada, ya no se tapan, ya no se ocultan, no lo hicieron ni siquiera de noche”, refirió.

Esta situación, dijo, es preocupante porque desde las instituciones gubernamentales se implementan políticas de odio y de no cuidar la defensa de la vida y la familia, implica que no se respetará a las instituciones religiosas.

Este pronunciamiento, aseguró, Mars Barbosa es un “eco” a los ataques que han sufrido por parte de la delincuencia que han sido minimizadas que no se les ha dado la difusión a través de los medios de comunicación, por ello, el reclamo a la instituciones gubernamentales.

Abundó que desde hace años, más del 65 por ciento de la comunidad religiosa sufre de algún acto de violencia entre ellos el de discriminación, el de bullying “en ese tipo de ataques, de burla pero no ha trascendido, también han sufrido robos, se han metido a iglesias de otras fe religiosas pero no ha trascendido aun cuando han hecho denuncias”.

Añadió que se han registrado asesinatos en contra de ministros y pastores, y refirió lo ocurrido en noviembre del año pasado en contra de un misionero de la iglesia presbiteriana asesinado en la zona de La Montaña, por profesar la religión, “esto nos conmueve porque ya no se está sintiendo la seguridad para el sector religioso”.

“Exigimos a las autoridades gubernamentales que ya termine con este tipo de política de odio con contra del sector religioso, varios lo saben pero, pastores, ministros, pagan impuestos y por eso es que exigen seguridad también lo exigimos, gracias al pago de impuestos es como se generan los presupuestos de egresos y un importante porcentaje de esos impuestos se destina para seguridad y procuración de justicia”, apuntó.

Enfatizó que ya no quieren discursos en lo que se señale que van abrazar a los delincuentes, “no queremos eso”, sino la aplicación de la ley.

Cuestionado sobre la situación en Guerrero, manifestó que lo expresado por el obispo emérito Salvador Rangel de que en Guerrero aún se respeta a los religiosos, Mars Barbosa refiere que muy probablemente haya sido hostigado y obligado a declarar en ese sentido, “él tiene que abogar por su propia vida, si él ve que las autoridades no están respondiendo”.

Manifestó que ha habido casos en donde los religiosos se les prohíbe por parte de los grupos delincuenciales circular por ciertas zonas para predicar, y ante la falta de seguridad del estado, se ven obligados a callar.

En Guerrero la zona de La Montaña y la Sierra es donde no pueden acudir los religiosos a predicar, donde hay amenazas por llevar el servicio misonal, señaló.

También aseguró que el “cobro de piso” se ha dado “en algunos casos”, pero se guarda silencio por la amenaza de que son objeto por parte de los grupos delincuenciales que operan en La Montaña y la Sierra.

Finalmente, dio que los robos a iglesias se han dado en Chilpancingo, en la parte del centro, en la iglesia de los santos de los últimos días, así como en otros templos del sur de la ciudad en los que ya se interpusieron las denuncias correspondientes pero que no ha trascendido.

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