“La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”. Paulo Freire.
Eran apenas unos pequeñuelos, hermosos, sanos, divertidos que a muchos les daban hasta ganas de comérselos a besos, que luego corrían por su colegio jugando a la pelota. Hoy son un puñado de corruptos, son algunos cientos de miles que se encuentran repartidos en todo el mundo. ¿Cómo es que acabaron corruptos? ¿Cómo es que se les educó? y peor aún, ¿como se les está educando a nuestra niñez y juventud hoy?
¿Cómo es que vivimos en una serie de brechas tan destructivas para la propia humanidad? Tenemos una brecha medioambiental que está destruyendo el planeta, la brecha económica y social es ya prácticamente insostenible. Hoy el 1% de la población mundial tiene más recursos que el 50% restante. Siendo sinceros esto no está nada bien. Tenemos también la brecha en cuanto a lo espiritual y nos encontramos con el dato de que hoy las muertes por suicidios son muy superiores a las de las guerras y atentados criminales. ¿Es este el mundo que queremos heredar a nuestros jóvenes?
En este marco de actualidad le pedimos a los jóvenes que estudien mucho y se preparen para adaptarse a la sociedad cuando sean adultos, y me pregunto ¿que tan conveniente será esto con una sociedad obviamente enferma? ¿Qué tal si se adaptan y terminan igualmente enfermos? Pienso que hemos creado un modelo de vida que no es humano, con una sociedad y una economía que cada vez se aleja más de su propia esencia humana.
Nos hemos venido acostumbrando al dogma de que la vida es una constante lucha por sobrevivir en una sociedad en la que sobrevive el más fuerte y el que mejor se sabe adaptar, convirtiéndonos en una sociedad en la que luchamos entre los mismos humanos para sobrevivir, y que de tanto luchar por sobrevivir hemos renunciado a vivir como seres humanos. Quizá esto en cuanto a la educación sería el punto de partida, educando a los jóvenes intentando una economía verdaderamente humana, entendiendo primeramente lo que es un ser humano en la realidad.
Hoy la educación en lo general se perfila para las matemáticas, las ciencias y desde luego la educación financiera, olvidando a mi parecer la educación en cuando a las humanidades, es más, cada vez se reduce más este tipo de educación. Ya no existe hoy la clase de civismo, no veo las materias de arte y humanidades. A algún director escolar le pregunté sobre esto y me respondió con una frase que se me antoja como la arrogancia de la ignorancia: ¿y para que sirven las humanidades? Para mi la respuesta es simple: porque nos enseñan humanidad y si nos la quitan deshumanizan nuestra educación.
Independientemente de la terrible crisis actual por la que atravesamos debido a la pandemia que no acaba, venimos viviendo crisis tras crisis, al menos es lo que yo recuerdo desde que tengo conciencia. Lo cierto es que la gente que nos ha llevado a estas crisis no les iba nada mal en matemáticas por ejemplo, estos eran Licenciados, doctores, ingenieros, economistas, y muchos de ellos incluyendo doctorados y masters en sus materias, no, lo que yo pienso es que en lo que vamos mal y cada vez peor es en ética y en valores humanos, temas de los que se les habla muy poco a los jóvenes, prefiriendo los temas que como mantras les repiten en cuanto a la competitividad, la oferta y la demanda, los beneficios y los costos, el mercado etc.
Escribía antes acerca del punto de partida para lo que habría que intentar una educación más humana y más cercana a lo que somos, o sea propia de humanos, recuperando, enseñando y promoviendo valores como proponía Platón: formar a la sociedad con la Verdad fomentando la autenticidad, la coherencia y la transparencia; con la Belleza abrazada a la armonía, al equilibrio y a la sostenibilidad, logrando una mejor forma de relacionarnos y con la Bondad, entendiendo que una persona buena no es tonta, sino es aquella que es proactiva y preocupada sobre lo que puede hacer por otros.
La educación es fundamental a una democracia, y nos resulta innegable que hoy la democracia está en crisis debido a que existe un malestar en su contra. El proceso democratizador en México ha construido demasiadas cosas hasta nuestros días, sin embargo en esta construcción ha dejado de lado el tema social de fondo, con graves temas como la corrupción, la violencia y la brecha de desigualdad a la que no se le ha dado solución más allá de intentos con proyectos estériles, y lo digo así porque si de algo hubieran bien servido, esta brecha no mostraría el crecimiento que a través de décadas nos muestra. El malestar es legítimo pues, y es fácil de entender la desconfianza para con los partidos políticos, los gobiernos y los congresos que en esas tantas décadas hemos tenido. Están a la vista las semillas de este malestar y el problema uno de tantos, es hacia donde orienta ese malestar.
El mundo no necesita polarización, necesita humanización, y esto solo con la educación y con la sensibilización a lo humano lo podremos conseguir. Guerrero como parte del mundo no puede ser la excepción.
Hoy tenemos muchos miles de pequeñuelos y de niños guerrerenses hermosos que viéndolos en brazos sin duda los comeríamos a besos, tenemos la oportunidad y la obligación de fomentar en ellos la humanidad y la bonhomía, para formar y educar desde las escuelas y desde nuestros hogares a mejores guerrerenses, los que necesitamos, los que queremos y los que solo con estas cualidades podrán hacer y construir el Guerrero que soñamos y que hasta ahora no hemos podido conseguir. Guerrero merece más.
Les abrazo.
Siempre atento a sus opiniones y comentarios en: FB: Oscar Athié Twitter: @oscarathie.