Efraín Flores Iglesias

A 83 días de haber rendido protesta como titular del Poder Ejecutivo estatal, es claro que Evelyn Cecia Salgado Pineda no es quien realmente toma las decisiones más importantes en Guerrero, sino su padre, el controvertido senador Félix Salgado Macedonio. Y mientras las cosas sigan así, seguirá siendo objeto de críticas, tanto en la prensa como en las redes sociales.

Lo más grave de todo es que no se ven resultados en materia de seguridad, salud, generación de empleos y en el combate a la pobreza y el Covid-19. Lo suyo es posar sonriente para las cámaras y lucir el sombrero calentano y huipiles elaborados con telar de cintura y bordados a mano por las artesanas de Xochistlahuaca.

Para Evelyn Salgado todo es color de rosa. Y para su gabinete, ni se diga. Guerrero es el segundo Edén de México, en donde los problemas son menores y que todo lo malo fue herencia de los gobiernos priistas y perredistas. De los neoliberales y/o conservadores, pues. Sí, esos gobiernos a los que sirvió la hija de Félix Salgado y que ahora cobra como gobernadora sin ejercer realmente el poder.

Es entendible que Evelyn Salgado no sepa aún en donde está parada, ya que nunca se imaginó que sería gobernadora en 2021. De hecho, ni siquiera pensó que sería candidata a un cargo de elección popular en el pasado proceso electoral. Todavía hace un año fue funcionaria del gobierno de Héctor Astudillo Flores.

Ojalá pronto entienda que gobernar Guerrero no es lo mismo que cantar “Como la flor” de Selena Quintanilla.

Guerrero es un estado que enfrenta serios problemas (delincuencia, pobreza, desastres naturales y corrupción); una entidad en donde la gente sufre de la violencia generada por los criminales (narcotraficantes y grupos de autodefensas); un estado que debería ser considerado por el gobierno federal como un asunto de seguridad nacional.

Para la gobernadora de ‘jure’ (de derecho), insisto, en Guerrero no pasa nada y que la 4T “es una realidad” desde el 15 de octubre de 2021. Bueno, eso es lo que le sugiere en público y en privado el gobernador de facto. O sea, su progenitor que cobra en el Senado de la República y que surgió políticamente gracias al ex gobernador priista José Francisco Ruiz Massieu.

Mientras el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Evelio Méndez Gómez, asegura que la incidencia delictiva en Chilpancingo, Iguala y Zihuatanejo se mantiene a la baja, lo cierto es que en los últimos días se han registrado varias ejecuciones en la capital del estado. Y no sólo en Chilpancingo. La mañana de este miércoles, por ejemplo, fue ejecutado en Tixtla el ex candidato del PRI a la Alcaldía de dicho municipio, Saúl Nava Astudillo, así como una persona del sexo femenino a unos metros del panteón municipal.

Es cierto, la violencia no surgió en este incipiente gobierno. Lo que se le cuestiona (y seguirá cuestionando) es que pretenda tapar el sol con un dedo, cuando los criminales siguen operando con total impunidad a lo largo y ancho de la geografía guerrerense.

La mayoría de los guerrerenses esperan resultados en materia de seguridad, y no solamente discursos bonitos de la gobernadora de jure. Además, fue uno de los compromisos que hizo en campaña.

El 15 de octubre de 2021 durante su toma de protesta como titular del Poder Ejecutivo estatal y ante el Pleno del Congreso local e invitados presentes en la sesión solemne, recordemos, se comprometió en que habría seguridad en Guerrero en su gobierno.

“Habrá seguridad en Guerrero, vamos a erradicar la violencia…”, dijo.

Tal vez tenga la mejor intención de gobernar a los guerrerenses, pero mientras su padre le siga haciendo sombra, simple y sencillamente no podrá hacer mucho.

El senador Félix Salgado no entiende aún (o le vale un soberano comino) que su hija es la que legalmente tomó protesta ante la soberanía del Congreso local como titular del Poder Ejecutivo estatal, y no él. Y es algo que tampoco entienden los seguidores del autonombrado “Toro sin cerca”, quienes siguen buscándolo a él para pedirle trabajo o un favor especial, y no a la gobernadora, a quien de plano ignoran.

Hay quienes aseguran que Félix Salgado no es el que gobierna realmente Guerrero, sino los novios de sus hijas, quienes están colocando a sus amigos en los puestos clave del gobierno para poder tener el control del mismo. Pero esa es otra historia…

Lo cierto es que a Evelyn Salgado se le desea que le vaya bien como gobernadora, ya que, si le va bien a ella, le irá bien a Guerrero, y por consecuencia a los guerrerenses.

Cuando haya acciones que realmente beneficien a los guerrerenses, se le reconocerá. Pero cuando sus acciones o decisiones vayan en detrimento del pueblo, la crítica no tardará en llegar.

También es necesario que la gobernadora valore la permanencia de la mayoría de los integrantes de su gabinete, ya que no han dado el ancho. Es más, casi nadie los conoce. Son como la caca del perico: ni huelen, ni hieden.

ENTRE OTRAS COSAS… El que de plano no tiene llenadera es el titular de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Marcial Rodríguez Saldaña, quien a toda costa pretende cobrar un bono de fin de año por haber estado al frente de la dirigencia estatal de Morena.

¿No que los de Morena no luchan por cargos ni por dinero?

A través de un documento fechado el 21 de diciembre del año pasado y que fue filtrado a las redes sociales, Rodríguez Saldaña solicita al delegado con funciones de presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, el felixista Rafael Cuauhtémoc Ney Catalán, se le otorgue dicho bono de manera proporcional del primero de enero al 15 de octubre de 2021.

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