Por Juan José Contreras Lara
Durante décadas el país vivió una lamentable etapa de sindicalismo negro donde las organizaciones gremiales eran de todo, menos democráticas.
Dominados por un corporativismo feroz, los sindicatos eran simples reductos al servicio del poder, donde las dinastías caciquiles dominaban y cualquier disidencia era exterminada. Aún prevalecen algunos casos a nivel nacional, pero ahora ya no es tan fácil mantener sometida a una clase trabajadora cada vez más demandante y consciente de sus derechos.
En nuestra entidad, que ha sido insignia de la lucha social, se ha avanzado sustancialmente en el tema de la democratización sindical. Uno de los ejemplos es el Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), que aglutina a burócratas, maestros estatales y trabajadores de los órganos públicos desconcentrados.
Este importante organismo gremial, es uno de los más numerosos en el estado, pues está integrado por 71 secciones con cobertura en todas las regiones y su membresía supera los más de 24 mil trabajadores. Además, el hecho de que se trata de un interlocutor permanente con el gobierno del estado, le da al SUSPEG un valor agregado en el entorno político local.
Este fin de mes habrá renovación en el Comité Central Ejecutivo suspegista que actualmente encabeza David Martínez Mastache, a quien le ha correspondido transitar por el siempre difícil periodo de renovación en la gubernatura estatal, luego de mantener durante cuatro años la estabilidad sindical, no sin enfrentar conflictos como ha sido el caso de la quiebra virtual del Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG), por la falta de pago de cuotas descontadas a los trabajadores, por parte de numerosos ayuntamientos y OPDs.
La renovación en el liderazgo suspegista se lleva a cabo de manera totalmente democrática. Durante varias semanas, como lo establecen los estatutos, los aspirantes a encabezar el Comité Central Ejecutivo por cuatro años, hacen campaña y llevan a cabo acciones de proselitismo entre la base en todo el estado.
Esta etapa está en marcha actualmente y aunque hay varios candidatos en campaña, quien se está perfilando hacia el triunfo pues ha sido más que evidente el respaldo mayoritario que recibe por parte de sus compañeros, es Adolfo Calderón Nava, quien ya encabezó anteriormente el liderazgo suspegista.
Con amplia trayectoria en la actividad sindical, Calderón Nava viene de ser regidor en la comuna que encabezó Antonio Gaspar Beltrán en el ayuntamiento de Chilpancingo, donde mantuvo contacto con la ciudadanía y especialmente con sus compañeros maestros.
Originario de Teloloapan, inició su activismo sindical en 2003, en su sección, luego de ejercer la actividad docente durante más de 16 años. Posteriormente ocupa varios cargos en la estructura central suspegista, hasta que llega al liderazgo estatal en el periodo del 2014 al 2017, donde logra importantes avances en beneficio de los trabajadores, a pesar del desafío de tener que negociar con tres gobernadores que fueron Ángel Aguirre Rivero, Rogelio Ortega Martínez y Héctor Astudillo Flores.
Ahora, en este proceso, encabezando lo que ha denominado la “ola naranja”, color distintivo de su campaña, Calderón Nava ha recorrido ya buena parte de las secciones, recibiendo el respaldo de sus compañeros, ante quienes se ha pronunciado por la renovación del sindicato, tanto en su conformación como en la práctica, para adecuarlo a los nuevos reclamos y a los tiempos actuales, que demandan organizaciones dinámicas y realmente comprometidas con sus representados.
Siempre cercano a sus compañeros, Calderón Nava concluirá pronto su proselitismo. Si se toma como referente su desempeño en su anterior liderazgo, queda claro que ha cumplido lo que promete. Y eso cuenta mucho, le allana el camino al triunfo.
Los otros aspirantes también hacen lo suyo, aunque con muy escasa difusión, pues no se sabe mucho de sus actividades. Vamos a ver qué decide finalmente la base suspegista estatal.