Por Eduardo Flores Salado

No estamos de acuerdo en la política de “Abrazos, no balazos” señaló el comandante de la Vigésima Séptima zona militar en Acapulco, Federico San Juan Rosales

El comandante de la Vigésima Séptima zona militar en Acapulco Federico San Juan Rosales, dijo que a su llegada había dos grupos criminales en el municipio pero que ahora están fraccionados y es imposible decir cuantas células criminales hay en la actualidad.

El jefe militar estuvo presente en la sesión semanal del Grupo Aca en donde también informó que hasta el momento no hay ninguna denuncia en contra de los elementos ante la Comisión de Derechos Humanos como lo señalan los comerciantes del Mercado Central en Acapulco.

“Es difícil decir números de cuántos grupos operan en Acapulco, sabemos tenemos la información de dos que por mucho tiempo predominaron, pero ahora son varios y es difícil saberlo y más aún comprobarlo, pero seguimos trabajando”, expresó.

Sobre las movilizaciones de comerciantes del mercado Central que exigieron en días pasados la salida de los elementos de la Guardia Nacional y el Ejército de la zona, reveló que la gente que trabaja en el mercado esta siendo manejada por otras personas que desconocen quienes sean.

“Porque nos damos cuenta que nosotros estamos actuando bien y de repente nos sacan carteles que dicen que vamos y hacemos cosas indebidas, entonces están siendo manipulados, ¿por quién? no lo sé”, detalló

Ante las acusaciones que hacen comerciantes del Ejército y llaman a actuar a la Comisión de los Derechos Humanos, respondió que hasta el momento no hay ninguna queja contra personal militar ni la Guardia Nacional.

Descartó corrupción en el Ejército porque la estructura es atendida permanente y permite detectar a las personas que están actuando fuera de lo legal. Conminó a la población que hace señalamientos de la población de miembros del Ejército a que lo comprueben, “mucha gente dice que hay gente del Ejército metido en la delincuencia yo solo digo que hay que comprobarle”.

Sobre la figura que desempeña la Fiscal general del estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, respondió que “el hecho de que sea militar no quiere decir que venga a beneficiarme a mi como militar ni mucho menos, es una persona que tiene una preparación que fue designada para asumir ese cargo y lo único que hacemos es estrechar la coordinación.

El despliegue militar que hay en Acapulco no es suficiente para atender la seguridad pública en el puerto, sostuvo Federico San Juan Rosales, Comandante de la 27 zona militar en el municipio.

En una reunión con el Grupo Aca, a la que asistió como invitado, San Juan Rosales indicó que actualmente cumple una orden de la Federación para atender la inseguridad en la ciudad turística por la falta de confianza en las policías municipales y estatales.

Durante su intervención, el mando militar recordó ante los socios de la agrupación empresarial que su presencia en el municipio se debe a que la ciudad está dentro de las 50 más violentas; sin embargo, resaltó que “no tenemos los efectivos necesarios para garantizar la seguridad (…) del municipio completo”.

Federico San Juan expuso que por parte de las autoridades del municipio estas tienen “que certificar a los policías”, que de acuerdo con la alcaldesa Abelina López Rodríguez, casi el 70 por ciento de la corporación municipal no tiene exámenes de confianza aprobados desde la administración de Adela Román Ocampo.

Aunque puntualizó que “verificar a un policía no es garantía de que haya una buena actuación, se cree que sí, pero hemos visto gente ya certificada que sigue pateando para otro lado”.

Ante los cuestionamientos sobre por qué el Ejército no usa la fuerza o su armamento para enfrentar a los grupos criminales, el comandante justificó que la institución está subordinada a las órdenes del Presidente de la República, quien determinó una política de seguridad de ”abrazos no balazos”.

En este caso ejemplificó el enfrentamiento de la Guardia Nacional y los normalistas de Ayotzinapa en la Autopista del Sol: “la Guardia Nacional está para garantizar la seguridad y que no se saliera de las manos -la situación- (…) hay gente que quisiera vernos hacer uso de las armas. ¿Ustedes creen que no podemos hacerlo?”, cuestionó.

Y abundó en que “no es la forma de actuar en estos tiempos, no estamos de acuerdo con la política de abrazos y no balazos, nosotros tenemos que hacer lo nuestro como debemos de hacerlo”, pero enfatizó que “sabemos lo que es la subordinación”.

Por otra parte, rechazó la sugerencia de incluir a grupos de la sociedad civil en las Mesas de Seguridad en las que participan autoridades de las tres órdenes de gobierno, y justificó que “es lo que nos toca a nosotros, son mesas donde platicamos lo que nos corresponde hacer como autoridad”.

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