Eduardo López Betancourt

El brillante jurista y destacado humanista, Dr. Ernesto Villanueva, escribió un verdadero tratado sobre la congruencia, donde precisó importantes valores. Fue exacto en identificar la congruencia con la valentía, lo cual implica perseverar, ser constantes y más aún preservar los ideales innatos del ser humano, que por desgracia cambia cuando la fortuna se presenta; los que ayer se manejaban con ilusiones, ahora se sustentan en intereses creados, donde la ambición por dinero y poder se vuelven preferentes.

Coincidimos con el Dr. Villanueva, la congruencia es una rara virtud; la condición humana siempre es inclinada a la simulación y “mascaras”. Hay quien sin más se presenta como lo que no es, solo para lograr riquezas. Mantener la congruencia es enfrentarse a la descalificación, ofensas, injurias, acusaciones perversas e inclusive hasta invención de delitos y campañas mediáticas.

Bien dice el DR. Villanueva: es fundamental la reivindicación de los derechos humanos en su máxima expresión, anteponiendo el interés público a cualquier ventaja de índole personal. Pasar el lumbral de la infamia y mantener en alto la ejemplaridad un no es fácil, quien lo logra se convierte en un ejemplo, en un activo de la democracia, un probo y respetable hombre.

Gracias  al congruente se avanza, cuando el Dr. Villanueva desprecia los cambios de piel para lograr mejores escenarios, ello implica que ha fracasado la educación. Ésta (la educación)  bien orientada será siempre la que nos permita mantener una conducta ética, legal y emblemática en valores congruentes.

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