Francisco Rodríguez

Al Presidente López Obrador hay que “leerlo” al revés.

De abajo hacia arriba.

O sinistroverso, tal y como se escriben las lenguas semíticas árabe y judía.

Tan sólo dos ejemplos:

Si dijo que regresaría a las Fuerza Armadas a sus cuarteles, hace exactamente lo contrario: los trae por todo el territorio nacional llevando a cabo multitud de tareas, todas ellas disímbolas y muy lejanas a su naturaleza.

Si criticó a sus antecesores por violentar la letra y el espíritu de la política diplomática que Genaro Estrada convirtió en doctrina, ahí lo tiene usted ahora metiendo más que las narices en asuntos internos de Perú y hasta de Estados Unidos, al señalar que si alguno de los dos grandes partidos del vecino del norte se opone a la regularización de migrantes convencerá a éstos de que no voten por ellos,

Dos ejemplos entre decenas de casos más.

Como si el AMLO que México conoció en sus diferentes campañas se hubiese “achimoltrufiado” en cuanto se sentó en La Silla del Águila.

¿Le cayó la maldición del poder?

¿O nos cayó a nosotros?

¿Usted qué cree?

Autoritarismo Vs. Democracia  

Esa transmutación de AMLO también se dio en su forma de conducirse ante los gobernados.

Sus “mañaneras” chicharroneras –porque sólo los suyos truenan— hacen las veces de un ring donde él como pugilista pega por arriba, por abajo, por todos lados… como aquellas calcamonías con nombre de ciudad canadiense.

Cada vez más iracundo el Presidente, y con él toda la fuerza del aparato que tiene bajo sus órdenes, golpea a extraños, pero también a los propios –como en el caso de la señora Carmen Aristegui— por quítame estas pajas, por cualquier cosa en la que el no crea, no imagine o no sienta.

Subjetividades por encima de la realidad, casi siempre.

Y en las antípodas está el líder de la mayoría morenista en el Senado, Ricardo Monreal.

Porque sin hay alguien que busque el diálogo y la negociación como vías para encontrar soluciones a los diferendos y a los problemas es, precisamente, el legislador zacatecano.

El reciente caso del CIDE es ejemplificativo.

Mientras AMLO y sus alfiles Álvarez-Buylla y Romero Tellaeche se cierran al diálogo, Monreal ya habla de encontrar una solución al conflicto de esta casa de estudios a través de las comisiones senatoriales.

Y, lo mismo, como ese asunto varios otros más con empresarios, oposiciones y demás factores reales de poder donde la mano conciliadora del senador Monreal Ávila se ha hecho sentir en el camino a las soluciones.

Dos personalidades, dos.

Disímbolas.

Indicios  

Nuevos impuestos para los habitantes de CDMX, pero ¿para qué? ¿Para la campaña proselitista de la favorita de Palacio, Claudia Sheinbaum? ¿Para el reparto de dinero público entre sus potenciales votantes? Se ha llegado al colmo de tener que pagar al fisco hasta por usar las maltrechas calles y avenidas de la capital federal, como es el caso del 2 por ciento del monto de sus ventas a las aplicaciones de reparto de comida y que tendrán que cubrir, entre otras, DiDi Food o Uber Eats. ¡Ni Antonio López de Santa Anna fue tan creativo como la “científica”! Las otras dos nuevas alcabalas son del 2 por ciento en espectáculos vía streaming. La modificación sumó que un show al que tenga acceso el público ya sea en un espacio físico o un medio digital, con cobro al acceso, pagará el porcentaje señalado al fisco, y el del 5 por ciento a las ganancias de intermediarios o servicios de hospedaje en plataformas en línea, como Airbnb. Se reglamentó que se debe pagar a más tardar el día 15 de cada mes en una declaración especial. Más impuestos a cambio de nada. Absolutamente nada. * * * Por cierto, ¿será que los legisladores son una raza especial que no pagan impuestos por los sustanciosos aguinaldos que reciben de los recursos de quienes pagamos impuestos? ¿Y la igualdad de todos ante la ley? * * * Y nada. Que un ministro de la Corta de Justicia sí suspendió parcialmente los efectos del “decretazo” de AMLO para no dar a conocer costos y montos erogaciones en sus obras faraónicas. ¡Qué vergüenza para Olga Sánchez Cordero que no supo o no quiso elevar al máximo órgano jurisdiccional la controversia constitucional que los senadores opositores a Morena le exigían! ¡Qué vergüenza! * * * Abarrotero. Tal el real nivel del excandidato presidencial priísta José Antonio Meade Kuribreña. Abarrotero. * * * Quienes también se pasan de creativos son la directora de lo que queda de Notimex, Sanjuana Martínez, sus abogados y redactores de muy editorializados boletines, al acusar a Adriana Urrea, lideresa sindical de la que fuera agencia informativa del Estado mexicano, de ¡3 mil 600 actos de corrupción! Ni quien les crea, porque bien decía mi maestro Charles Maurice de Talleyrand “toda exageración resulta insignificante”. ¡Se pasan los obreristas (sic) de la 4T! * * * Es tal el rencor y hasta odio del vocero presidencial Jesús Ramírez en contra de Julio Scherer Ibarra que por todos lados busca desprestigiarlo filtrando informaciones que, como dijo la pupila poblana, “son verdad, pero están exageradas”. * * * Y por hoy es todo. Le agradezco que este 2021, como en los 44 años anteriores, me haya acompañado en la lectura de mi trabajo. Corresponderé a sus atenciones y comentarios en el 2022. Mientras tanto le deseo una muy Feliz Navidad y un Nuevo Año con mucha salud y bendiciones de todo tipo. Volveré a este espacio el lunes 3 de enero. Y, como siempre, aspiro a que tenga usted ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

COMPARTIR