Por: Jorge Laurel González

Viajar continuamente, es alimento para el alma. 

Autor anónimo.

Otra fecha importante en la historia de Acapulco es el año de 1964, cuando fue inaugurada otra terminal aérea. Ésta permitió la operación de aviones tipo Jet, los cuales tuvieron mayor capacidad y disminuyeron los precios. Así pues, la posibilidad de viajar en avión a Acapulco estuvo al alcance de un mayor número de personas, dando paso a la mayor accesibilidad del lugar. 

En el año 1972 sumaron 1.5 millones los turistas que arribaron a Acapulco. Para el año 1978 se contabilizaron 2.458.000 turistas, último año donde la mayoría de los visitantes fueron internacionales.

En este contexto es importante traer a colación el comentario de Britton, quien textualmente opinó lo siguiente: 

“Foreign transport companies therefore, heavily influence the volume and direction of tourist flows. Airlines are particularly effective in this regard through their ability to: offer discount concessions to tour companies for any one destination; vary the allocation of seating on scheduled flights; discriminate against stop-over tourists; overfly intermediate destinations; and promote or demote a destinations by changes to market advertising”.

 

Con la llegada de turistas, sin lugar a dudas se generó una demanda de mano de obra. Ante la relativa facilidad de arribar al puerto guerrerense la oferta responderá de manera positiva. Es así que llamará la atención el aumento demográfico que registra el municipio, tal y como se ilustra en el Gráfico 1. Donde se aprecia que en ocho décadas ha aumentado de manera significativa la población de Acapulco, hecho que no había sucedido en siglos anteriores. 

En 1930 el puerto guerrerense contaba con alrededor de 6.529 mil habitantes y para el 2010 se contabilizaron 673.479. Este aumento poblacional se explica por la migración que ha recibido tanto del interior del estado como de otras entidades federativas del país, pues uno de los impactos que genera el turismo es la migración. Ahora bien, este crecimiento demográfico se plasmará en el territorio. 

Sin duda alguna faltaría hacer un análisis más puntual sobre los cambios sociales y culturales que trajo consigo la construcción de infraestructura vial en Acapulco, pero por cuestiones de espacio no se ahondará al respecto.

Es importante enfatizar en esa relación dicotómica que se pretende establecer entre turismo y desarrollo, en México no se cumple y mucho menos en Acapulco, pues como lo señalan Gómez & Aldana. “la mayor contradicción en estos proyectos es que pretendían el desarrollo de sus habitantes, es decir, mejorar su calidad de vida, y los únicos beneficiados resultaron ser los inversionistas y gobernantes”. Así pues, el puerto guerrerense, como otras ciudades del litoral mexicano, tiene dos Acapulcos, uno para el servicio del turista y el otro donde habitan los nativos.

Desde mediados de 1970, Acapulco empezó a mostrar signos de agotamiento. Se recrudecieron por la falta de inversiones del orden público federal (éste se encontraba construyendo Cancún y Los Cabos), hubo un deterioro de los servicios urbanos, el descuido al medio ambiente, el desinterés de los prestadores de servicios, entre otros más.

Cabe señalar que para la década de 1990 México cambió de estrategia económica, el Estado le dejó al mercado algunas actividades y empresas estratégicas, como las carreteras y los aeropuertos. Específicamente en el año de 1994 se construyó en línea paralela a la carretera 95, la autopista del Sol, donde se tuvieron que sortear las ya mencionadas cuestiones geográficas. Esto permitió que se redujeran aún más el tiempo de los traslados entre Acapulco y la ciudad de México. En la construcción de la infraestructura vial de Acapulco se observan las condiciones que imperan en el país.

Con la construcción de la autopista del Sol, así como desarrollar una zona denominada Diamante, el gobierno federal y estatal trata de reinventar a un destino turístico que cuenta con fuertes problemáticas. Pero a pesar de las mejoras a la infraestructura vial de Acapulco el automovilista no queda exento de pasar por los malos momentos, pues es común que dicha vía se cierre a la circulación por el bloqueo que hacen manifestantes o también se vea afectada por fenómenos meteorológicos. Además, se encuentra el hecho de que hoy día uno de los problemas de Acapulco, como una ciudad de más 700 mil habitantes, más la llegada de turistas, es la saturación del tráfico vehicular. Si para finales de la década de 1970 se decía que: “los diez kilómetros de la calzada costera se ruedan en dos horas”, actualmente la situación se vuelve preocupante.

En cuanto a las mejoras en la comunicación terrestre la administración de Enrique Peña invirtió en la construcción de la vía exprés de Cuernavaca con el objetivo de que el trayecto México- Acapulco se realizara en tres horas. No obstante, con dicha obra se quedó al descubierto que no se cumplieron algunas normas de seguridad, cobrando la vida de dos personas. Sin embargo, las problemáticas que actualmente padece el destino turístico de Acapulco son graves y no se resuelven con disminuir los tiempos en los traslados. 

Por ejemplo, la Agenda de Competitividad, puntualizó que en el puerto guerrerense no existen empleos remunerados, es alta la inseguridad pública, adolece de infraestructura básica, es alto el ambulantaje, se da la invasión de los accesos a la playa, entre otros. En la próxima entrega haremos un análisis de la competitividad real de nuestro destino turístico y de qué manera podemos Juntos Lograr Generar: Propuestas y Soluciones. 

JLG

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