Pese al golpeteo desde las redes sociales, dos de las presidentas municipales de Guerrero “se crecen al castigo.”

Al parecer su base social y el porcentaje de votación obtenida las ha blindado ante las críticas por los temas de seguridad, principalmente.

Para el mes de noviembre del año anterior, la presidenta de Acapulco y la de Chilpancingo estaban en un nivel de preferencia de 48.06 por ciento y 41.4, respectivamente.

El mes de diciembre se redujo a 43.8 para Abelina y 39.8 por ciento para Norma Hernández, seguramente porque a una parte de la sociedad no les gustó la decisión de abrir los negocios y realizar las fiestas de fin de año.

Debido a la realización de la Feria de Navidad y Año Nuevo la alcaldesa de la capital perdió un poco más de un punto en el mes de diciembre, pero subió a 44.3 para el mes de enero.

Cuál es la causa de que Norma Otilia subiera de 39.8 a 44.3 puntos de aprobación cuando había sido duramente criticada en redes sociales y culpabilizada del incremento del Covid-19 en la capital, después de la Feria de San Mateo Navidad y Año Nuevo.

Algo deben estar haciendo que le está incrementando el nivel de aprobación ciudadana.

Jugar con números y con las preferencias no es tan fácil.

Quien más ha sufrido los embates de los medios de comunicación y de las redes sociales ha sido la presidenta municipal de Acapulco.

Sin embargo, su nivel de aceptación incrementó a 43.6 a 49.6, de acuerdo a Demoscopia Digital.

Cosa rara para algunos.

Para otros esto se explica en el porcentaje de votos obtenidos en el 2021 y el nivel de aceptación que tiene en los grupos marginados de Acapulco, con quienes Abelina ha construido su perfil político y su base de apoyo social y electoral.

Cierto es que ha cometido errores y ha despertado la crítica y la sátira en medios de comunicación y en redes sociales, pero nadie se esperaba que su nivel de aceptación subiera en enero como lo demuestra esta casa encuestadora.

El camino es largo para tres años.

Y para sobrevivir, las dos presidentas municipales deben ser capaces de ajustar su quehacer político y administrativo a las necesidades de la población.

Ese es el fundamento de su compromiso electoral y de ellas está reafirmarse constantemente ante la ciudadanía o perder su base social que las llevó a la presidencia municipal.

De ellas depende que lo que resta del tiempo en la administración sea su gloria o su sepultura.