«En Rusia nadie más tiene el poder de detener esta guerra. Solo él (Putin) decide cuando va a terminar», explicó el mandatario en una entrevista publicada este sábado por el diario alemán «Bild».
En ella, Zelenski volvío a acusar a Rusia de cometer crímenes de guerra contra la población civil en ciudades recientemente liberadas como Bucha, que visitó recientemente. Estos escenarios, confesó, radicalizaron todavía más su postura. «Siento odio hacia Rusia, hacia los soldados rusos. Cuando veo estas imágenes frente a mis ojos. Niños asesinados sin piernas, sin brazos. Es un rencor, es terrible», declaró.
El presidente ucraniano valoró de manera positiva la respuesta internacional a esta masacre pero lamentó un encontronazo particular con un «líder europeo» cuyo nombre no quiso revelar y que le pidió «pruebas específicas» de que las tropas rusas habían cometido la matanza.
«Me dijo: ‘Muéstranos pruebas de que no fue un montaje», manifestó Zelenski sobre lo ocurrido en Bucha. Rusia aseguró que sus fuerzas no cometieron allí ningún crimen de guerra y acusó por contra a Ucrania de escenificar la masacre.
Por lo demás, Zelenski lamentó la lentitud de Alemania a la hora de facilitar una respuesta unida al apoyo militar europeo de Ucrania. «Al principio, Alemania no nos apoyó con armas y ha dicho abiertamente que no seremos miembros de la OTAN», declaró, antes de admitir que, de un tiempo a esta parte, «la retórica de Alemania cambió».
«Alemania es conservadora y fría, pero parece que el tren se está moviendo», manifestó.