Juan José Romero

El sacerdote José Filiberto Velázquez Flores, integrante del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia “Minerva Bello”, señaló al Gobierno del Estado como quien lo acusa de la carambola ocurrida en la Autopista del Sol el pasado 27 de junio, mientras se llevaba a cabo un bloqueo en el punto conocido como el “Parador del Marqués”.

En conferencia de prensa, el presbítero comentó que a pesar de que el día de los hechos había más actores en el bloqueo, solo a él lo citaron a declarar por parte de la Fiscalía General de la República, cuyos agentes, dijo, lo buscaron en las instalaciones del Centro “Minerva Bello” en Chilapa, así como agentes ministeriales

Ante lo que consideró un hostigamiento por parte de las autoridades estatales hacia su persona, señaló que buscó el apoyo de otras organizaciones, entre ellas, el Centro de Derechos Humamos de la Montaña Tlachinollan, y de los normalistas de Ayotzinapa para emprender acciones de defensa.

“Por la información que he recibido, esto es un ataque directo del Gobierno del Estado en todas sus dependencias que han sido encabezados desde el momento en que Uriostegui, jefe de la oficina dela gobernadora, le habla al obispo para decirle que yo estaba responsabilizado de un accidente y que tenía que ir a la cárcel”, expuso.

Desde entonces, aseguró, lo responsabilizaron desde la Secretaría General de Gobierno por encabezar un bloqueo en la Autopista que derivó en un accidente donde resultaron afectados 9 vehículos y 7 personas heridas.

“Vale la pena dar la vida por defender los derechos humanos, eso es lo que nos han enseñado muchos sacerdotes defensores, vale la pena la vida para construir un camino al menos, menos injusto, porque pareciera que el sistema se empeña en querer perpetuar la impunidad a consta de los pobres”.

Velázquez Flores, afirmó, que el trabajo que realiza es de acompañamiento a los habitantes de San Jerónimo Palantla, y que el 27 de junio lo llevó a bloquear la Autopista del Sol para exigir a las autoridades un alto a la situación de violencia en la zona y por la desaparición de José Abundio Bolaños Calvario, desde el pasado 29 de mayo de este año.

Ante esto, pidió a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda conocer el trabajo que realizan, a fin de que se dé cuenta de la necesidad de la Iglesia para que no se salga de las manos el estado.