Por: Juan José Romero

Tiene errores y consideran que se trata de un trabajo de escritorio.

Como deficiente calificaron lo integrantes del Grupo Sierra el Plan de Desarrollo Integral para la Sierra presentado por el ejecutivo estatal para su validación hace unos días.

“Es deficiente, está mal hecho es un trabajo de escritorio, con errores y contradicciones y no refleja el espíritu de la reforma y decreto que da reconocimiento a la sierra” como la Octava Zona Económica del Estado.

Estas consideraciones las hicieron líderes históricos de la Sierra del estado e integrantes del Grupo Sierra, Rigoberto Acosta González, David Damián García, Severo Oyorzábal Díaz y José Concepción Hernández Solano, estos dos últimos ex presidentes municipales de Heliodoro Castillo, quienes en contrapropuesta le pidieron a la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda convoque a los actores políticos de la Sierra para que con pluralidad puedan integrar un plan de desarrollo que realmente responda a las expectativas y necesidades de desarrollo de las comunidades serranas.

Y es que el pasado 28 de agosto, en un evento llevado a cabo en el Palacio de Gobierno, fue presentado para su validación, pero casi de manera subrepticia, el Plan Regional para la Sierra, ya que no fueron convocados para estar presentes los liderazgos históricos que desde hace décadas han luchado por el reconocimiento de esta región como la Octava Zona Económica. “Esto nos preocupa y nos angustia”, anotó a nombre de sus compañeros líderes, el también catedrático de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Rigoberto Acosta González.

Indicó que después de que conocieron de Plan Regional para la Sierra, ellos como integrantes del Grupo Sierra, entre otros líderes serranos así como comisarios municipales y comisariados ejidales de la región, se han reunido para analizar el documento “y hemos encontrado que tiene serias deficiencias”.

En este su análisis, Rigoberto Acosta, Severo Oyorzábal, José Concepción Hernández, y David Damián enfatizaron: “el documento, es un trabajo de escritorio, con errores y contradicciones y no refleja el espíritu de la reforma y decreto que da reconocimiento a la sierra. Así, la Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional falla. No refleja la participación democrática en su integración y menos la participación de comisarios municipales, comisarios ejidales, organizaciones, líderes naturales y entidades e investigadores interesados en gestionar modelos de Desarrollo Regional, local, comunitaria autogestión, hasta emprendedurismo y desde el impulso centrado en el bienestar de hombres y mujeres sierreños”.

Mencionaron además en su análisis que todo el trabajo que desde hace al menos tres décadas han venido realizando para lograr el reconocimiento de la Sierra, dejando en claro que “de diagnósticos, ya basta, porque la sierra requiere inversión en infraestructura social y productiva que ayude a salir a sus habitantes de la pobreza”.

Consideraron que no es posible que una de las soluciones que propone el gobierno estatal para la Sierra, sea que las obras de infraestructura sean atendidas por los Ayuntamientos, a través de sus ingresos propios como el impuesto predial, “cuando es obvio que no cuentan con ello”.

Recalcaron que en esto radica el desencanto para con el gobierno del estado, porque “es así como la actual Administración Estatal pretende financiar las acciones de gobierno en la región Sierra; esta es justamente la razón del desánimo, crítica y rechazo total al modelo de financiamiento del desarrollo social y productivo en la zona”, señalaron.

Y remarcan: “la historia de los últimos 30 años, nos dice que jamás y en el mejor de los casos muy pocos Ayuntamientos han volteado a las comunidades de la Sierra de sus municipios y menos a presupuestar obras y acciones de gobierno que favorezcan mitigar la marginación y abandono de poblaciones completas”.

Mencionan que como líderes sí llegaron a creer en este gobierno “bajo la promesa de “amor con amor se paga “, pero “tristemente observamos cómo se deja a criterio de administraciones municipales en turno la voluntad de financiar obras y el propio desarrollo en la zona, no hay el mínimo intento por conjuntar esfuerzos y financiamientos desde el gobierno federal, sus programas y presupuestos, menos de un esfuerzo financiero adicional y especial para la región”.

Por si fuera poco, aseguran que el documento no establece mecanismos para que desde el poder legislativo federal y local puedan financiarse proyectos de alto impacto en la zona.

“Sencillamente observamos que el rumbo de la Sierra y de Guerrero, van por caminos sinuosos y de muy alto peligro”.

Ante esto, consideran que “es momento de hacer un alto y lo que se deba y pueda corregir hagámoslo sociedad y gobierno, los desaciertos y equívocos quizá en mucho son por la inexperiencia y no la mala fe de algunos miembros del gabinete estatal y eso afecta a la administración gubernamental y consecuentemente a Guerrero y a la Sierra”.

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