Por Guillermo Hernández Acosta

Montado en su fiel compañero, un burrito de casi 40 años de edad, don Diego Abarca Hernández, recorre senderos llevando como carga botellas de agua para regar su huerta de árboles frutales y maderables, con el apoyo del programa “Sembrando Vida” en la comunidad de Achotla.

El paso del tiempo ha dejado huellas en su rostro, y sus manos curtidas por el sol y el trabajo duro, le permite moverse con rapidez en una actividad que ha llevado a cabo desde pequeño.

La comunidad, se ubica a unos 9 kilómetros de la cabecera municipal de Tecpan, una comunidad casi olvidada dónde apenas viven unas 3 familias.

El señor Diego, recorre casi un kilómetro entre veredas hasta llegar al cerro donde tiene sus parcelas, condición geográfica que no imposibilita sembrar, regar y cuidar las huertas frutales, como mango, maíz, limón, ciruela, además de árboles maderables de quebrache, roble, encino.

Su actividad la realiza cada tercer día, llega a las faldas del cerro, deja las botella de plástico y utiliza el sistema de riego por goteo, que el mismo construyó y que ha dado resultados durante un año que recibe el programa federal.

Abarca Hernández, reconoció al gobierno federal por haber brindado el apoyo a los campesinos, ya que todavía que siembran en su propia parcela les pagan por hacerlo con la ventaja de que el mismo producto lo pueden vender.

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