Por: Juan José Romero

Reconoce que las representaciones del estado en EU están abandonadas

Fenómenos como la violencia y la inseguridad en Guerrero ha ocasionado que muchas familias de las comunidades que más sufren este flagelo se refugien en los Estados Unidos de América, sostuvo   el presidente de la Comisión de Atención a Migrantes del Congreso del Estado, Osbaldo Ríos Manrique.

El legislador morenista señalo que este problema es el que más preocupa a los migrantes guerrerenses que radican en el vecino país del norte.

El diputado local por el distrito 02 con cabecera en Chilpancingo, destacó la importancia que tiene darle la atención debida a este sector de la población, porque además de que son aproximadamente un millón de migrantes guerrerenses los que radican en Estados Unidos, las remesas que enviaron a Guerrero solo el año pasado, ascendieron a dos mil millones de dólares, es decir, más de 37 mil millones de pesos.

Aseguró además que la Comisión de Atención a Migrantes que preside es un vínculo entre la población migrante y el gobierno del estado, por lo que confió en que con la nueva titular de la Secretaría del Migrante y Asuntos Internacionales (Semai), Silvia Rivera Carbajal, pueda lograr una mejor coordinación y se logre el rescate de las Casas de Representación del Gobierno del Estado de Guerrero que había en Chicago y California, las cuales en estos momentos están abandonadas y no hay quien atienda a los paisanos que radican en el vecino país y que llegan a ellas solicitando algún trámite, reconoció.

Mencionó que un problema que les preocupa a los migrantes es el de la inseguridad, por hay quienes regresan a Guerrero después de 10, 15 o hasta 20 años “y cuando llegan a venir se encuentran con índices de inseguridad elevados y a ellos los decepciona bastante”.

Incluso dijo que muchos de ellos traen el interés de invertir el poco dinero que lograron ahorrar, “pero se regresan decepcionados precisamente por el problema de la inseguridad y la violencia.

Sobre este mismo problema, el representante pupular dijo que a los migrantes les preocupan sus familias en sus comunidades de origen, sobre todo las que están muy violentadas, causa por la cual, “hay mucha gente que se está yendo a refugiar a Estados Unidos, desplazadas de sus comunidades; afortunadamente Estados Unidos está recibiendo a esta gente que está siendo desplazada de sus comunidades, que no deberían, porque no se van porque quieren, se van buscando la seguridad de sus familias”.

Insistió que una muestra de la preocupación de los migrantes por sus familias son las remesas que envían a Guerrero, pues son recursos que le dan estabilidad a sus comunidades de origen y, al estado de Guerrero.

Al respecto, también se pronunció por la flexibilización de las reglas de operación del Programa 2 x 1 a través del cual los migrantes guerrerenses llevan a cabo obras y acciones en sus comunidades, “por lo que es importante que no los dejemos, que las reglas de operación no sean complicadas, que no se les pongan muchas trabas, las reglas de operación deben de facilitar este programa”, remarcó.

Indicó que como presidente de la Comisión de Atención a Migrantes se ha reunido con los clubes, organizaciones y federaciones de migrantes que existen en los Estados Unidos con los cuales ha hablado “de cómo pueden llegar los beneficios a sus comunidades”, pero además de la necesidad que ellos tienen de documentos importantes como actas de nacimiento, entre otros

Por lo anterior, dijo que con la llegada de Silvia Rivera a la titularidad de la Semai confía en tener una mejor coordinación y entendimiento, insistió.

Además que, Michoacán, Guerrero y el estado de México son las principales entidades de procedencia de las personas que migran de manera forzada hacia la frontera norte a causa de la violencia y el clima de inseguridad que se vive en sus localidades.

De acuerdo con el informe Vidas en la incertidumbre: la migración forzada mexicana hacia la frontera norte de México, elaborado por la Coalición pro Defensa del Migrante y American Friends Service Committee-LAC, el desplazamiento forzado interno es hasta ahora un fenómeno invisible para los gobiernos federal y estatales, pero que además ha tenido un vertiginoso crecimiento en los tres años recientes.

El reporte, de más de 100 cuartillas, en el que participaron diversas organizaciones civiles que trabajan con migrantes en albergues y redes de asistencia en Baja California, Tamaulipas y Sonora, señalan un cambio muy significativo en el perfil del flujo migratorio de mexicanos que llega a la frontera norte.

Ya no se trata de migrantes que buscan pasar a Estados Unidos en busca de empleo o mejores condiciones de vida y desarrollo, sino que ahora son personas que salen huyendo de sus lugares de residencia de manera forzada por la violencia, señaló José Moreno Mena, de la Coalición pro Defensa del Migrante.

En conferencia de prensa, donde se presentó el informe, el también investigador del Colegio de la Frontera Norte explicó que fue sistematizada la información de casi mil expedientes de personas desplazadas por la violencia que llegaron a Tijuana entre 2013 y 2016, junto con dos centenares de encuestas y cuestionarios directos aplicados a una muestra de 215 migrantes que arribaron entre abril y mayo de este año a la misma ciudad.

Además, señaló que muchas de estas personas vienen ilusionadas con solicitar asilo a Estados Unidos, ante las condiciones de violencia que se vive en sus localidades, en un proceso sumamente complicado y casi siempre fallido.

COMPARTIR