La empresa detrás de PlayStation, Sony, recortó más sus previsiones de fabricación de su consola de actual generación: PlayStation 5 (PS5). Esto quiere decir que, de las más de 16 millones de unidades que se esperaban como meta para marzo de 2022, cubrirán 15 millones de consolas debido a la escasez global de procesadores que también afecta a Nintendo y Microsoft con Xbox.
Esta situación se debe a las complicaciones debido a problemas logísticos y a la escasez global de componentes como procesadores, que han afectado especialmente a dispositivos electrónicos como las consolas de nueva generación de PlayStation y Xbox, cuya oferta no logra satisfacer la demanda, y fue un problema desde las fiestas de Navidad de 2020 que podría extenderse a este año con escasez en algunos territorios.
Esto ha causado que, aunque PS5 superó las cifras de ventas de PS4 en el primer trimestre de 2021 (7.8 millones frente a 7.6 en la generación anterior), en la actualidad vaya ligeramente por detrás de la generación anterior (13.4 frente a 13.8 millones), a ya un año que llegó la consola de Sony al mercado.
Nintendo, por su lado, ha vendido más de 90 millones de Nintendo Switch desde su lanzamiento en 2017 pero su crecimiento podría verse afectado a consecuencia de la falta de componentes semiconductores para los procesadores.