Oscar Athié.

Digo que es grande aquel que tiene sueños, y que es capaz de hacer que sus sueños crean en él. Los Guerrerenses nos debemos el hacer que el sueño y la ilusión que tenemos de Guerrero, crean en nosotros. “Para tener lo que nunca has tenido, deberías hacer lo que jamás has hecho”. Anónimo.

¿Que tal si jugamos a cantar? Pero a cantar en silencio y con el alma abierta. Con la mente en la estratósfera y viendo al planeta desde lejos…. Así, con todos sus colores donde su azul predomina, apareciendo redondo, enigmático, precioso entre lo precioso que lo contiene… el universo.

Y así con la música en bandera alucinemos, al final la música siempre es una alucinación y desvarío, padres ambos de la creatividad que es palabra mayor, sin fronteras ni límites, así… inagotable.

¿qué tal si llevamos la mirada más lejos de la abyección y la indignidad? Quizá podríamos encontrar otras formas de existir. Trabajar para vivir y no lo contrario, por ejemplo. Un mundo donde el aire sea puro y limpio del veneno de los miedos y de las pasiones humanas. En ese mundo la computadora no manejará a la gente y los autos estarán en peligro de ser aplastados por los perros. La televisión dejará de ser parte predominante del tiempo de la familia y el pasatiempo favorito será el de estar y convivir con ella, pasando a ser solo un objeto de uso breve como la licuadora o una escoba.

La tontería que cometen los que gastan su vida en tener por tener y en ganar por ganar, será calificada como delito grave por no gastarla solamente en vivir, así como nada el delfín sin saber que nada, como corre el caballo sin saber que corre y así como juegan los niños sin saber que juegan.

La profesión de economista no existirá porque no habrá nadie que califique el nivel de vida debido al consumo, ni calidad de vida por el número de cosas; los que son malos políticos dejarán de creer así de tajo, que a los pobres les gusta comer promesas; la gente se dará cuenta que la solemnidad no es ninguna buena virtud y nadie tomará en serio a nadie que no sepa reírse de si mismo.

El alimento dejará de ser un artículo de mercadería y la comunicación entre toda la gente ya no será un negocio para nadie, porque estos por decreto mundial pasarán a ser derechos humanos, por lo tanto el hambre ya no será una causa de muerte y la comunicación será privilegio de todos.

A los niños de la calle ya no los conoceremos nadie por qué….. ya no habrá niños de la calle, ni entenderemos este concepto y con los niños ricos será igual.

El educar será un placer de quienes gusten de ello y nunca una facultad de quienes puedan pagar por ser educados, ah, y la policía no será una condenación para quien no tenga forma de comprarla; la justicia y la libertad que han estado condenadas a vivir separadas, finalmente caminarán de la mano bien abrazadas.

Se descubrirá que Moisés se quedó corto al interpretar el sexto mandamiento, y que a lo de “no matarás” le faltó agregar que el cuerpo será honrado, respetado y festejado, y que no eran diez sino once mandamientos y aquí el onceavo: Amarás y protegerás a la naturaleza de la que has sido creado.

Todos los desiertos del mundo así como los desiertos de todas las almas serán reforestados.

Se esperarán a todos los desesperados y se encontrarán a todos los perdidos, los primeros porque desesperaron de tanto esperar y los segundos porque se perdieron de tanto buscar.

Seremos coterráneos y simultáneos coincidentes de todos aquellos que tengan deseo y anhelo de belleza y justicia, sin importar cuando, como ni donde hayan nacido ni donde hayan vivido, ya que las líneas fronterizas de los mapas y de los tiempos no importarán.

Se acabará el mito de las razas y de las clases sociales, porque se decretará y se acordará unánimemente por toda la población del planeta, que eso de razas y clases sociales en plural solo fue un mal invento del hombre, y que por tanto, solo hay una sola raza, la humana, y que esta es gregaria desde el principio de los tiempos por naturaleza propia, sin clases, y en consecuenciaviviendo en grupos, desarrollando sociedades civiles y ciudadanas.

Y finalmente, si que seguiremos siendo imperfectos, debido a que la perfección la seguiremos dejando como una prerrogativa de los Dioses y por lo tanto característica no humana, y lo mejor será que seremos capaces de vivir cada día como el primero y cada noche… como la última.

Utopía gritarán los escépticos. ¿Seré utópata? No me gusta el término, es que pienso que aceptarme como tal sería confesarme y admitir que no soy capaz de tener esperanzas, lo que no confieso porque no lo admito y porque si las tengo.

Me despido con una última reflexión: Pienso que los sueños y las esperanzas son materia, materia intangible como la luz. Los propósitos que nos generan, la lucha por concretarlos, por verlos realizados, son lo que nos hacen la vida, y que significan un propósito superior. ¿Quiero hacer más por Guerrero? Claro, porque puedo, porque queremos y porque si podemos, porque lo necesita y nos necesita a todos, porque compartimos la pasión que nos da la certeza de que Guerrero… merece más.

No dejes que nadie, nunca, te haga sentir que no mereces lo que quieres.

Les abrazo.

Siempre atento a sus comentarios y opiniones en:

FB: Oscar Athie. Twitter: @oscarathie

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