Por Oscar Athié

El zócalo de CDMX no solo estuvo lleno, se desbordó. Hubo muchos miles que simplemente no pudieron acceder a la plancha del zócalo por que simplemente no era posible por falta de espacio, teniendo que detenerse en las calles aledañas también abarrotadas.

Otra vez las autoridades de la CDMX salieron a mentir con que hubo saldo blanco con la asistencia de alrededor de 80,000 personas. Otra vez hicieron hasta lo imposible por desalentar la asistencia con la amenaza de una contingencia ambiental, con colocar vallas de acero de hasta 3 metros de altura y con decir hasta el aburrimiento, las burdas mentiras de que se trataba de una concentración en favor de García Luna, sin obviar la mezquindad de haber retirado la Bandera de México que ondea en el Zócalo, colocando en cambio, una enorme manta con la figura de García Luna en medio del logo del PAN.

El propio Presidente la calificó como una marcha de corruptos, de quienes no quieren pagar impuestos, de elitistas, de racistas y de aquellos que solo quieren regresar para recuperar privilegios. A estas descalificaciones se le unieron muchos de sus seguidores, sin faltar Mario Delgado, quien dijo que la protesta era producto del acarreo y de la corrupción, buscando confundir e igualar, una concentración alegre, espontánea, pacífica y libre, con una marcha de morena, en la que sabemos de la coacción que se ejerce para que obligadamente se participe. Sin embargo, nada de esto importó ni les resultó. No impactaron los groseros insultos a la ciudadanía, y nada de esto evitó que se reunieran algo más de un millón y medio de personas en CDMX, así como en 121 ciudades del interior de la República y en el extranjero.

En ninguna de estas plazas se escuchó que había que defender a García Luna, o que querían que la corrupción continuara y que no le cobraran impuestos. El Presidente también dijo que se trataba de una concentración en contra de su gobierno, pero también se equivocó con esta apreciación. No, no se trataba de él, no se trataba de ir a atacar el Palacio Nacional. Se trataba de manifestarse asistiendo y dejando en el portal de la SCJN, flores como mensaje de apoyo y confianza hacia los ministros de la Corte, en cuanto a que lo que pronto tendrán que votar con respecto al Plan B, sea acorde a la continuación de la democracia de nuestro país. A observar puntualmente la inconstitucionalidad de este plan, y a desecharlo, con el objeto de no “destazar” al INE como es la pretensión del oficialismo.

“A eso vine, a defender al INE”, eso sí que se escuchó mucho y frases similares, no faltando algunos grupos que aprovecharon la ocasión, para gritar a todo pulmón, “fuera López” y recuerdos nada respetuosos a su señora madre, en respuesta a tantos insultos que previamente recibieron. Lo que me hizo preguntarme, si alguna vez se le ocurrió pensar, que habría gente que iba a gritarle este tipo de epítetos enfrente de su casa, nuestro Palacio Nacional, en el que ya solo le queda un año y siete meses para desocuparlo.

“Si los procesos electorales no se realizan debidamente, una persona (el Presidente), puede asumir que su proyecto de gobierno puede sernos impuesto sin importar lo que pensemos”. Dijo José Ramón Cossío. “No tenemos miedo, a los desplantes autoritarios que intentan callarnos. No querían que viniéramos, pero aquí estamos. El país no es de un solo hombre, México es de todos o no es de nadie. Manden al basurero de la historia el Plan B”, dijo valientemente Beatriz Pagés.

Y previsiblemente vino la respuesta del Presidente, desperdiciando una vez más, la oportunidad de responder como un Estadista y Presidente de todos los mexicanos, incluyendo a quienes estén en desacuerdo con él. Con más insultos hacia sus también gobernados, y presumiendo que “ellos” lo han llenado más de 60 veces, no mencionando aquella ocasión, aún no aclarada, del acuerdo con Salinas de Gortari, en la que en el libro de George W. Grayson, El Mésías Mexicano, se expone un soborno de 9´000 MDP viejos, para desalojar el plantón en el Zócalo en 1991, pasando enseguida al reto de que veamos lo que va a pasar en esta Plaza de la Constitución el próximo 18 de Marzo, en la que como es costumbre habrá miles de acarreados y condicionados.

Pero esto no acaba con el F26. ¿Qué sigue? Ante la SCJN, los Partidos políticos de oposición han presentado y presentarán más acciones de inconstitucionalidad. El INE presentará controversias constitucionales contra el Plan B, y habrá amparos estratégicos contra este plan por parte de miles de ciudadanos, en el entendido de que la función fundamental de la Corte es la defensa de la Constitución.

Deben seguir por otra parte acciones fundamentales, no quitar el dedo del renglón en cuanto a la insistencia ciudadana para defender al INE. La culminación y presentación de una propuesta ciudadana en cuanto a un plan de gobierno, el que se presentará el próximo 28 de marzo, tanto a los partidos de oposición como a la ciudadanía, resultado de miles de reuniones apartidistas. Comprender la dimensión y el enorme peso que la ciudadanía está teniendo participativamente, y que los partidos políticos tienen necesariamente que escuchar y comprender a su vez, que en realidad el partido más grande de México son la sociedad civil en su conjunto y que ellos están muy lejos de serlo.

Se dice que el miedo se puede oler, y desde mi punto de vista, todas las acciones en cuanto a apoderarse del INE y ya anunciado, también del Tribunal Electoral, despiden un fuerte olor de miedo por parte del oficialismo, lo que no es otra cosa que el miedo a perder el poder en el ´24, y al fracaso de aquella promesa o más bien amenaza, de que habían llegado para quedarse por lo menos 30 años.

A la concentración de F26, le faltó Zócalo. Fue de dimensiones históricas no solo por sus números, sino también por su extensión. Algo que morena no podrá igualar, porque en Londres, París, Lisboa, Madrid, Chicago, etc., morena no tiene afiliados, y los mexicanos ahí residentes, no asisten a cambio de una torta y un frutsy. En realidad, todo se trató fundamentalmente, de que nuestro voto no se toque, que no sea manipulado, y que a México no se le arrebate la democracia.

Les abrazo.