Enfoque Informativo
INAH, destaca influencia de varias culturas prehispánicas entre ellas Olmecas y Tehotihuacanos.
El Museo de sitio de la zona arqueológica de la Soledad de Maciel o Xihuacán contiene más de 800 piezas arqueológicas que fueron encontradas cuando el Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH) formalizó las excavaciones.
La diversidad de objetos que muestra en sus vitrinas el museo de sitio, se destaca una piedra labrada con el glifo topónimo de Xihuacan, que da nombre al recinto, petrograbado que fue hallado en área del juego de pelota, dónde también se refiere que la zona cuenta con una de las superficies más grande para la práctica del juego de pelota.
Este monolito bien conservado, recibe al turismo justo en la entrada principal del museo de sitio y hace referencia al nombre del lugar, Xihuacan, que es una palabra de origen náhuatl que significa “lugar de los poseedores de la turquesa» y se asocia con el papel que tuvo este asentamiento como el mayor centro rector de la Costa Grande.
La colección de piezas, se distingue por un gran número de cuentas que algún día decoraron los collares o tocados de los habitantes del lugar, elaborados de barro o tallados en piedra, sellos que utilizaban los señores gobernantes, restos de animales marinos y figuras de deidades, todos celosamente cuidados por los pobladores.
De acuerdo a los estudios, encabezados por Rodolfo Lobato, arqueólogo del INAJ, la zona arqueológica de «La Chole» exhibe un vasto universo de piezas prehispánicas, como figurillas, vasijas de obsidiana, trabajos en concha, hachas de cobre, collares de cascabeles y cerámica, a través del cual se explica el desarrollo cultural de esta antigua ciudad, que tuvo una fuerte interacción con Teotihuacán durante el periodo Clásico (200 a 650).
El museo, recibe en este verano a decenas de turistas extranjeros, entre ellos canadienses, estadounidenses y de Europa, alemanes y franceses.