Llevamos menos de 20 días de este año y Microsoft ya acaba de superar con mucho su mayor anuncio del 2021, cuando compró Bethesda para asignarse una marcada ventaja sobre el PlayStation gracias a los juegos exclusivos que esta compra les daría. Ahora Microsoft se acaba de dar uno de esos lujos de ricos excéntricos y ha decidido detener el hundimiento de un barco querido por todos: compró Activision Blizzard por 68 mil 700 millones de dólares.

¿Qué pasará con los juegos de Blizzard?

Hay una muy buena noticia a propósito de esto, al menos para los jugadores de Xbox: que el tío Phil Spencer (CEO de Microsoft Gaming) ha asegurado que harán lo mismo que hizo cuando adquirió Bethesda, el glorioso día en que subió todos los juegos de esta compañía al Xbox Game Pass. Por supuesto, en palabras de Spencer, ofrecerán “tantos juegos de Activision Blizzard como sea posible” en el servicio de suscripción.

Eso, además, elimina los rumores que habíamos escuchado anteriormente sobre el destino de algunos juegos (aunque eso sí, se confirma que ocurriría a principios de 2022), cuando se decía que Diablo tendría que convertirse en una compañía por sí misma, que Overwatch 2 se cancelaría definitivamente, que Warcraft sostendría las ruinas de Blizzard y de Starcraft prácticamente ni deberíamos acordarnos.

¿Cuándo llegarán los juegos de Activision Blizzard al Xbox Game Pass?

El mundo de los grandes negocios es bastante complejo: la compra ya está hecha, pero el trato no se ha cerrado del todo. Según Microsoft, se espera que esto ocurra para el final del año fiscal de 2023, y eso ocurre al terminar abril de cada año, lo que significa que, según esta proyección, tendremos que esperar aún unos 15 meses antes de gozar de los beneficios de estos juegos.

¿Cómo afecta esto la situación de Activision Blizzard?

Pues lo esperable es que le dé un giro de 180° a la dirección de la compañía, que intentó resolver de forma extremadamente tibia las acusaciones de acoso sexual y cultura laboral tóxica en materia de género que pusieron a Blizzard en el ojo del huracán durante todo el 2021 y que provocó una caída de accionistas tal que… bueno, pues se vendió a Microsoft para sobrevivir.

Mientras tanto, el tío Phil ha asegurado que Bobby Kotick se mantendrá a la cabeza de la división de Activision Blizzard, pero ha expresado la importancia que en la cultura laboral de Microsoft tiene llegar a un ambiente de equidad, seguridad y confianza. Con esto, la dueña de Xbox acaba de conseguir la que en algún momento fue la empresa de gaming más poderosa de Estados Unidos (perdió ese estatus a raíz del escándalo) y aún la tercera a nivel mundial, tan sólo detrás de Sony y Tencent.

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