Por Eduardo Flores Salado

Cientos de católicos celebraron el arranque de la Semana Santa con el Domingo de Ramos, en donde el Arzobispo Leopoldo González llamó a ser constructores de paz.

Con palmas en mano los católicos acudieron a las iglesias a bendecir sus ramos y proclamar a Jesús como Rey y pedir por la paz.

“Con la procesión de ramos de este domingo hemos iniciado la Semana Santa vivir la Semana Santa, nos dice el Papa Francisco, es entrar cada vez más en la lógica de Dios, en la lógica de la Cruz, que no es ante todo aquella del dolor y de la muerte, sino la del amor y del don de sí que trae vida”.

El prelado católico invitó a sentir la Pasión de Cristo para que sea el ejemplo en sus vidas y de forma poder encontrar en el prójimo a uno mismo y hacer el bien.

“Esto recuerda, nos dice el Papa Francisco, la importancia de trabajar juntos, de anteponer la cohesión a toda división, de afianzar las raíces y los valores compartidos… los fundamentos de la vida común se basan en el derecho y la legalidad la honestidad, la justicia, el sentido del deber y la transparencia son pilares esenciales de la sociedad”, detalló.

González González señaló que la Semana Santa es el tiempo más importante en donde se vive el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús lo que da paso a la vida eterna.

“Ese es el camino que el Señor Jesús nos muestra para acoger a las personas, vivir la fraternidad, construir la paz: que aquello en lo que somos superiores, nos hagamos servidores de los demás”.

Tradicionalmente, el papa lidera una procesión por la Plaza de San Pedro antes de celebrar la misa.

Este 10 de abril es el tradicional Domingo de Ramos, día que marca el fin de la temporada de Cuaresma y da inicio a la Semana Santa, que incluye la procesión del Víacrucis el Viernes Santo y concluye en Pascua, que este año es el 17 de abril.

En la tradición cristiana ,el Domingo de Ramos celebra la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén, mencionado en los cuatro evangelios canónicos, que son los de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan.

Antes de entrar en Jerusalén, la gente tendía sus mantos por el camino y otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso, tal como acostumbraban saludar a los reyes.

Es por ello que actualmente, la gente que acude a la misa del Domingo de Ramos, lleva ramos de olivo para que sean bendecidos por el sacerdote. Los fieles acostumbran colocar dichas palmas, junto a las cruces o cuadros religiosos que hay en sus casas como recuerdo de la victoria de Jesús ante la muerte.

Según los evangelios de San Mateo y San marcos, Jesús de Nazaret entró triunfalmente a Jerusalén montado en un asno. A su paso, sus seguidores le recibían con ramos de olivo y de palma, expresando su manifestación como Rey y Mesías.

Este domingo, después de dos años celebrando la misa el Domingo de Ramos dentro de la Basílica de San Pedro sin una gran asistencia debido a las medidas de distanciamiento social de la pandemia, la solemne celebración regresó a la plaza del Vaticano.

Decenas de miles de peregrinos y turistas sostenían ramas de olivo y palmas trenzadas características de la ceremonia, que recuerda el regreso de Jesús a Jerusalén.

Tradicionalmente, el papa lidera una procesión el Domingo de Ramos por la Plaza de San Pedro antes de celebrar la misa. Francisco ha sufrido por una distensión en un ligamento de la rodilla derecha que le ha hecho cojear, y llegó en un auto negro hasta el altar, al que después subió apoyándose en un asistente.

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