Manuel Nava

En lo que va del 2022 se han intensificado hechos de violencia en diferentes partes del país. Asesinatos, incluidos los de periodistas, atentados de diversa índole, desplazados entre otros, forman parte del gran abanico que se encuentra desplegado.

Se trata de una disputa abierta por el control de las rutas del narcotráfico y narcomenudeo, el reacomodo de fuerzas en el país durante este año, entre organizaciones delictivas que, además, tienen capacidad para lavar dinero proveniente de esta y otras actividades consideradas como crimen organizado. Son en total de 16 grupos criminales los cuales mantienen una presencia clara e importante en 25 estados y entre ellos se incluye a la Región Pacífico Sur.

Los factores que están avivando esta confrontación son: en octubre del 2021, Los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron poner fin a la llamada Iniciativa Mérida y avanzar hacia una nueva alianza en materia de seguridad, como parte del diálogo de alto nivel entre ambas naciones.

La iniciativa Mérida es un acuerdo firmado entre las agencias de seguridad de Estados Unidos y los países de México y Centroamérica para fortalecer las actividades de seguridad, protección fronteriza y combate de los grupos del crimen organizado.

El dialogo de alto nivel enunció algunos propósitos como Invertir en salud pública en relación con los impactos del consumo de drogas, apoyando comunidades seguras y reduciendo los homicidios y los delitos de alto impacto.

Prevenir la delincuencia transfronteriza asegurando modos de viaje y comercio, reduciendo el tráfico de armas y personas y apuntando a las cadenas de suministro ilícitas.

Desmantelar las redes criminales, persiguiendo a las personas vinculadas a financiamientos ilícitos y fortaleciendo los sectores de seguridad y justicia.

En el diálogo de alto nivel también se acordaron distintas iniciativas bilaterales, entre las cuales destacan:

Firmar un memorándum de entendimiento para reducir la adicción a las drogas y los daños asociados a ellas.

Crear la Red para la Prevención del Homicidio, que proporcionará una plataforma para el intercambio de mejores prácticas en la prevención del crimen y la violencia.

Convocar a un grupo binacional de trabajo en materia de ciberseguridad en 2022.

Dar continuidad a los esfuerzos actuales para mermar el tráfico de armas de fuego, que son vendidas en Estados Unidos y llegan a México.

Un segundo factor son los procesos de participación ciudadana para este año, consulta para la revocación del mandato y renovaciones de autoridades en Puebla, el 6 de marzo; en Veracruz y Oaxaca serán el 27 de marzo mientras que en Chiapas será el 3 de abril.

Lo anterior con independencia de los procesos electorales locales ordinarios que se celebrarán el 5 de junio de 2022 en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.

Todo lo anterior implica posiciones estratégicas de poder hacia el 2024 avanzando en tres sentidos

Participación en campañas electorales: financian las actividades proselitistas de candidatos en busca de colocarlos en los cargos de decisión.

Negociaciones con grupos locales: a través de alianzas con organizaciones criminales buscan extender su presencia y control en los territorios.

Vía armada: implica el homicidio de adversarios, pero también de autoridades, así como el envío de mensajes a quienes están en el poder.

En la radiografía de la Región del Pacífico Sur del país la problemática esta descrita así:

En Chiapas operan tres grupos del crimen organizado.  El Cártel de Sinaloa es el de mayor presencia en Chiapas. Esta organización criminal liderada por Ismael el Mayo Zambada, se afianza en los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarita, Durango, Coahuila, Chiapas y Oaxaca.

Otro que destaca es el de Los Ciriles, un grupo armado vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y con presencia en Pantelhó, Chipas.

En Guerrero, entre las agrupaciones con mayor presencia y dominio están el cártel Jalisco Nueva Generación, La Familia Michoacana, Guerreros Unidos, Los Rojos, Guardia Guerrerense, Los Tlacos, Cártel Independiente de Acapulco, Los Granados, Los Ardillos, Gente Nueva, Cártel del Sur, Caballeros Templarios, Sangre Nueva, los Añorve, los Beltrán Leyva, Los Rusos, La Empresa, Los Capuchinos y el Cártel de la Sierra La Bandera.

En Michoacán (al oeste de México) los grupos criminales evolucionan constantemente para evadir la ley. Cambian de modalidad y de zonas operativas, de víctimas, de victimarios.

Hoy, el estado se encuentra en su punto más álgido ante el embate de la organización criminal más poderosa de México, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este cártel liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, no llegó en ningún momento a la entidad, pues siempre estuvo ahí. Como se sabe, su principal jerarca es originario del municipio de Tepalcatepec

Dos de los nueve principales grupos de la delincuencia organizada operan en Oaxaca y ahora están involucrados también en el lavado de dinero, reveló un estudio de la Unidad de Inteligencia Financiera(UIF).

En este loco mundo loco se hace el amor a escondidas y se pude asesinar a plena luz del dìa, diría la abuela.