Por Manuel Nava

La comunidad educativa de México, al igual que la del resto del mundo, vive hoy abrumada por las numerosas tareas educativas que la pandemia exige día con día. El periodo de confinamiento aceleró el impacto de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación en los procesos de enseñanza aprendizaje y, al menos en el caso México, nos confrontó con los rezagos sociales que no han sido superados.

La implementación de las NTICs es uno de los grandes retos, pero también influyen: la pugna al interior del sindicato de os mentores de la educación entre el SNTE y la CNTE; la reconfiguración de las relaciones laborales con el Estados; la participación en los contenidos de la educación y la situación general de los trabajadores de la educación, los compromisos nacionales con los organismos internacionales en la materia, entre otra serie de cosas.

En el Día del Maestro el planteamiento no solo es de carácter laboral sino de la eficacia del sistema educativo ante los cambios a que obligó el confinamiento por el Covid-19 y que se tradujo en aprendizajes perdidos.

La mayoría de sus alumnos estuvo dos años tomando clases a través de un monitor —si es que tenían las posibilidades—, escuchando explicaciones entrecortadas por las fallas en la red de wi-fi y con múltiples distractores.

En el plano laboral, al igual que el resto de las y los trabajadores del país, las y los maestros se enfrentan a cifras históricas de inflación –por arriba de los 7 puntos porcentuales- lo que afectó enormemente el poder adquisitivo.

Se calcula que la inflación del próximo año se mantendrá por arriba de los cuatro puntos lo cual, sin llegar a ser catastrófico, pone en una situación económica muy complicada, pues el incremento salarial está ligado a la evaluación docente, lo que les obliga a realizarla si pretenden aumentar sus ingresos para enfrentar la inflación.

Pese a todo lo que las y los docentes enfrentaron el año anterior y las dificultades que se vaticinan para el próximo año, uno de los desafíos más importantes para las y los maestros es la democratización del sindicato, pues de lograrlo estaremos en mejores condiciones para enfrentar todos los ataques que se vienen.

Las y los maestros no deben permitir que se repitan los procesos amañados y antidemocráticos que se llevaron a cabo ya en distintos estados de la república como Yucatán, Baja California o Nuevo León, donde, a pesar de la promesa de que con la “elección universal” se democratizaría el sindicato, lo que se vio fue más de lo mismo.

Datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) indican que 2 millones 66 mil maestros forman parte del sistema educativo nacional.

De acuerdo con la Ley General de Educación, en México hay tres tipos educativos: el básico, el medio superior y el superior. Asimismo, los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, muestran que hay 1.2 millones de personas que son maestras y maestros de educación básica: 69.9 por ciento de mujeres y 30.1 de hombres.

El nivel de estudios promedio de la población de los docentes en México es licenciatura con 73.90 por ciento; seguido de maestría con 11.30 por ciento; sólo el 6.20 por ciento cuenta con doctorado; y un 5.30 por ciento tiene educación básica.

Las horas a la semana que pasan laborando los maestros, se encuentran en un promedio de 15 a 34 horas el 54.30 por ciento de los docentes; el 38.10 por ciento trabaja de 35 a 48 horas semanales; sólo un 2.70 por ciento más de 48 horas y 4.90 por ciento menos de 15 horas trabajadas.

Por último, la mayoría de los docentes imparte clases en educación básica (75.30 por ciento); en educación media superior 12.10 por ciento; y en superior un 12.60 por ciento.

Actualmente, la edad promedio es de 40 años, y la mayoría de los maestros están entre los 30 y 44. En segundo lugar, quienes tienen entre 45 y 59 años.

En cuanto a su sexo, se observan más mujeres en los grupos de edad joven. Más adelante, existe mayor presencia de hombres, sobre todo a partir de los 60 años. Sin embargo, en el rango de edad de 45 a 49 años de edad, la proporción es idéntica entre ambos.

En la Región Pacifico Sur

Chiapas dispone de 82 mil 871 maestros para 19mil 320 centros educativos de los cuales 31 mil 392 están concentrados en primaria de la misma manera que el segmento concentra el mayor número de planteles con 8 mil 328.

Guerrero tiene asignados 59 mil 912 mentores para 11 mil 270 escuelas y 21 mil 879 maestros son de primaria con 4 mil 446 escuelas.

Michoacán cuenta con 80 mil 019 maestros y un total de 12 mil 203 escuelas el sector de mayor concentración es 27 mil 958 y 5 mil escuelas.

Oaxaca tiene 70 301 maestros en 13 mil 853 escuelas y en primaria tiene 27 mil 026 maestros y 5 mil 545 plateles.

El cerebro no es un vaso por llenar sino una lámpara por encender, diría la abuela.