Enfoque Informativo
-
Estas figuras antropomórficas conviven en el lienzo rupestre con animales semejantes a ñus, antílopes, búfalos e incluso una jirafa.
En 2018, un grupo de arqueólogos investigaban la Reserva de Caza de Swaga Swaga, en el centro de Tanzania. En ese momento se toparon con 52 refugios rocosos no desconocidos que contenían arte rupestre. La gran mayoría de las obras estaban destruidas por la intemperie, salvo una que presentaba unas imágenes realmente extrañas: tres misteriosas figuras antropomórficas con cabezas extremadamente grandes.
Estas figuras podrían ayudar a encontrar el significado de otras encontradas con anterioridad, afirma el arqueólogo Maciej Grzelczyk, de la Universidad Jagellónica de Polonia.
En el hallazgo (bautizado como Amak’hee 4 para su investigación) destaca un par de detalles: la erosión del pigmento y la ausencia de animales domésticos, lo cual hace sospechar a Grzelczyk que la obra es bastante antigua, quizás de los tiempos de las sociedades de cazadores-recolectores de la región.
Qué figuras se ven en la pintura
En el panel hay animales semejantes a los ñus, antílopes, búfalos e incluso una jirafa, así como un puñado de figuras humanas con grandes cabezas. Pero hay tres que destacan del resto.
«En este trío, las figuras parecen presentar cabezas de búfalo estilizadas, estas formas recuerdas la inclinación central del perfil de la cabeza de búfalo, desde donde se elevan los dos cuernos y luego se curvan hacia fuera, alejándose de la cabeza, así como las orejas caídas».
Sin embargo, puede ser que esta interpretación no sea del todo acertada.