Enfoque Informativo
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Los gatos domésticos tienen un GPS natural en el cerebro que les permite identificar mentalmente los movimientos de sus seres queridos
El prejuicio dicta que los gatos domésticos son animales insensibles, distantes y fríos. Con movimientos elegantes y taciturnos, su aparente independencia emocional a los seres humanos podría pasar por indiferencia. Sin embargo, éste no es el caso, de acuerdo con un equipo de científicos de Texas Christian University, que se dispuso a averiguar qué pasaba en la cabeza de los gatos domésticos cuando sus familias no estaban cerca. Resulta que no solo rastrean sus pasos, sino que pueden predecir en dónde se encuentran con cierta exactitud. Así funciona.
Un GPS integrado naturalmente
El estudio de Texas Christian University revela que los gatos domésticos tienen una especie de GPS natural, que les ayuda a rastrear los movimientos de sus familias humanas. Especialmente de los miembros con los que tienen relaciones más cercanas, explican en su artículo para la revista PLOS One.
Parece ser que este mapa mental se genera a partir de los estímulos auditivos que los gatos reciben del entorno. Especialmente, de la voz de sus seres queridos:
“(…) los gatos mapean mentalmente la ubicación de su dueño a partir de su voz”, explican los científicos. “Estudios adicionales sobre el desplazamiento invisible podrían beneficiarse del uso de estímulos auditivos, al igual que investigaciones similares en otras especies”, escriben los investigadores.
Este mecanismo se sustenta con el principio de cognición socioespacial, en la que “los animales controlan mentalmente las ubicaciones inferidas de otros miembros del grupo”, explica Science Alert. Lo que verdaderamente sorprendió a los investigadores es que se activa incluso si la persona no está en su rango de visión.
Animales sensibles al abandono
Los felinos son animales sensibles. Si bien es cierto que se caracterizan por ser independientes, generan lazos afectivos profundos con sus familias humanas. Por ello, aunque puedan parecer indiferentes o distantes, sienten intensamente la soledad y el abandono.
A diferencia de los perros, que lo expresan con lamentos guturales, los gatos domésticos manifiestan su tristeza o inconformidad con el movimiento y la actitud que adoptan. En algunas ocasiones, hacen “berrinches” cuando sus humanos dejan la casa por demasiado tiempo. Entre otras cosas, pueden orinarse a propósito encima de las colchas y la ropa limpia, o ir al baño justo afuera de la caja de arena.
El principio de cognición socioespacial descubierto por el equipo de científicos en Texas sustenta este mismo comportamiento en la especie. Como necesitan atención y cuidados diferentes a los de otros animales de compañía, los gatos domésticos desarrollaron un instinto natural que les permite rastrear los movimientos de sus familias humanas.
La capacidad de los gatos domésticos para identificar los movimientos de los humanos con los que viven revela una complejidad de pensamiento superior en la especie. Según los autores del estudio, manipular esas representaciones mentales de manera flexible es “un aspecto fundamental de la cognición”.