Enfoque Informativo

  • A pesar de su triunfo ayer frente a Arabia Saudita, la Selección Mexicana no logró llegar a octavos de final; desde hace varios Mundiales el país no alcanzó a jugar más de cuatro partidos

¿La maldición del quinto partido es una realidad? Desde 1994 la Selección Mexicana había superado la fase de grupos y se clasificaba para octavos de final sin excepción. En Qatar 2022 se rompió ese, ya de por sí, mal resultado y los jugadores solo pudieron jugar tres partidos mundialistas y no lo cuatro (tristemente) acostumbrados.

EU 94, Francia 98, Corea y Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018 vieron a México en la segunda ronda. En Medio Oriente se rompió esa racha, ya considerada una maldición, y dejó fuera al Tri en la fase de grupos, a pesar de su triunfo 2-1 frente a la escuadra de Arabia Saudita.

El fallo aseguran portales especializados fue histórico, no pasaba desde el Mundial Argentina 78. Consultados especialistas en la materia para saber si consideran que la maldición del quinto partido (esperemos que a partir de ahora no sea del tercero) es una realidad.

Fernando Kalife, director del documental México campeón del mundo (disponible en Paramount+), compartió a este medio que la historia de la Selección Nacional puede agruparse en tres grandes momentos. “Una vez se instituye y se inaugura el primer Mundial en Uruguay 1930, la selección durante 40 años da más penas que glorias”, contó.

Fernando resaltó que en esa época se recibieron muchos más goles en contra que a favor, se generaron muchas fiestas, pero poco logros y estrellas. Lo más celebrado, recordó, fue un nada honroso empate contra Gales. Luego, la segunda de estas fases es cuando México sacó la casta.

“Fue con el gol más hermoso en la historia de los Mundiales, cortesía de Manolo Negrete. Y en México 86, que por primera vez en su historia el equipo le juega de tú a tú a cualquiera; esa etapa la inauguró el director técnico Bora Milutinović, serbio de origen y mexicano de corazón”, dijo Kalife.

A la tercera, Fernando la denominó “siete veces siete” porque pasaron 30 años con el equipo en el mismo lugar “en octavos de final. Si se hubiera programado en 1994 perder no lo logras, pero México ahí está (antes de hoy) en suDía de la Marmota, repetitivo, con su vaso medio lleno o medio vacío, estamos entre el nueve y el 16”.

Fernando aceptó que más que una maldición lo urgente en la selección es educar a los jugadores para “brincar a esa élite de los primeros ocho. Los hechos demuestran que sí es posible, pero (falta) el cómo; con educación, mentalidad de plantar la semilla y generar jugadores que tengan formación y que en su corazón crean que pueden ganar”.

Ricardo Peláez, ex futbolista, consideró que más que estar “maldito” los procesos de cada cuatro años en el Tri deben cambiar. “Empezando con los directivos, hay muchos cambios permanentes (que afectan). En los jugadores hay falta de convicción y perseverancia; hay un conformismo con el famoso ‘ya cumplí'”.

Peláez explicó que la alineación siente que ya hizo lo que debía cuando da ciertos pasos ante otros equipos con mayor peso en la FIFA. Además indicó que la presión sobre los directores técnicos es mucha: “Empiezan los ciclos mundialistas con la gente apoyándolos, pero hay un desgaste increíble y en el tercer año se pide su salida”.

Cuando las cosas se hacen diferente se logran hechos, así lo probó la selección sub 17 que se armó en el 2002 para el campeonato del mundo en Perú 2005, a la que llevó Chucho Ramírez. El DT habló con Quién y mencionó que no es que los equipos de hasta ahora estén malditos, sino que tienen una mentalidad por cambiar.

“La parte más importante es modificar la mentalidad, tener otro nivel de cultura porque puede haber cualidades y virtudes futbolísticas, pero si no hay ideas claras, lo otro está por demás. Lo que pude comprobar es que hay que potenciar las habilidades, no a través del futbol, sino del trabajo, compromiso, pasión y amor a la camiseta”, dijo “Chucho”.

Durante su oportunidad y antes de ganar el máximo premio de las selecciones sub 17, se dedicó a “reeducar”, transformar la mente de sus futbolistas durante cuatro años, en los que la constancia rindieron sus frutos. Aunque aquellos triunfadores, debido a que no hay buenas estructuras, no todos siguieron su historia de éxito.

El ex jugador y comentarista en ESPN Roberto Gómez Junco consideró que México poniendo en práctica buenas formas deportivas, podría en un futuro ser un rival con potencial de alzar la Copa del Mundo, quizás en 2034: “Hay que empezar con los niños de cinco años, a los 10 ya hay un rezago, hay que mejorar la estructura del futbol”.

Lo mismo en el sector amateur que en primera división se deben redoblar esfuerzos, expresó Gómez Junco, con una fórmula en la que se “amplíen las plazas para futbolistas mexicanos y reducir la de extranjeros, para incentivar producción de jugadores que aspiren al fogueo de la élite que hoy sólo da Europa”.

Premios para los mejores y castigos para los peores futbolistas, aconsejó Roberto, para evitar llegar con limitaciones. Mientras que el futbolista Patricio Araujo, coincidió con Ramírez y alentó a que en primera división no jueguen solo aquellos que sepan dominar el balón, sino los que tienen otra forma de reflexionar ante la vida.