Enfoque Informativo

  • De acuerdo con el religioso, durante la celebración de Halloween aumentan la profanación de los templos, del Santísimo Sacramento, sacrificios de animales y peores todavía sacrificios de niños y adultos

“El participar de las celebraciones de Halloween o Día de Brujas es permitir ingresar al mal, lo demoniaco y lo perverso, donde se incrementa la profanación de templos y del Santísimo Sacramento”, afirmo el sacerdote Vicente Eliamar Vega Carrales, encargado de la Pastoral de la Vida de la Diócesis de Saltillo.

El párroco destacó que la palabra Halloween es católica y que en inglés antiguo es “Allá Hallows Eve”, significa Víspera de Todos los Santos que se fue desvirtuando con el tiempo.

“Aunque pareciera algo externo, una condición de mero juego termina condicionando de alguna manera, ya que nos inclinamos hacia aquello que celebramos, es una exaltación, provoca atracción y provoca inclinación”, señaló.

Puntualizó que algunos permiten la exaltación del demonio, de las brujas, de la violencia, de la maldad y de todo lo que implica, aunque sea un juego.

“Nos inclinamos hacia aquello que exaltamos, es delicado exaltar lo que daña en un nivel meramente humano, en el nivel espiritual viene una cita bíblica, donde Dios rechaza todas las practicas supersticiosas y porque se rechazan, porque dan entrada al demonio, el demonio es un ser perverso, pervertido que busca la perversión del hombre, podemos decir que solamente es cultural, es lo peligroso del juego”, afirmó.

Alertó que en estos días aumentan la profanación de los templos, del Santísimo Sacramento, sacrificios de animales y peores todavía sacrificios de niños y adultos.

El sacerdote Vega Carrales manifestó que al participar en el juego se da una aprobación indirecta a aquello que no queremos, donde las consecuencias son difíciles de quitar.

Destacó que en iglesias de Coahuila se han presentado casos de profanaciones que no precisamente sucedieron en Halloween o celebración de día de brujas, una de ellas en Saltillo, en la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús y la otra en una capilla en Monclova.

La profanación “es el caso más grave que se puede realizar para quienes tenemos la fe católica, es un ataque contra el mismo Dios”.

Al ser cuestionado sobre las atenciones por posesión demoniaca en la capital del estado, dijo que, si se han presentado casos, pero son pocos los que buscan ayuda, cuando se acercan con situaciones de esa naturaleza es porque ya han tocado fondo.

El encargado de la Pastoral de la Vida de la Diócesis de Saltillo dijo finalmente destacó que la propuesta es celebrar la vida, en muchas parroquias se convoca para que los niños se vistan de santos y conozcan la vida de los santos.