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  • Científicos dan una razón por la que sería mejor olvidar las bebidas calientes durante la temporada de frío

Un neurocientífico de la Universidad de Cambridge da una razón por la que sería mejor olvidar las bebidas calientes durante la temporada otoño-invierno.

En estos días que el frío cala hasta los huesos, es común escuchar decir a muchas personas que necesitan un té, un café u otra bebida similar para entrar en calor.

Esto es un error, de acuerdo con el neurocientífico Peter McNaughton, quien afirma que, al consumir bebidas calientes, lejos de elevar nuestra temperatura corporal, se provocará el efecto contrario.

El café y otras bebidas calientes enfrían el cuerpo: experto

Científicos explican que al beber algo caliente para apaciguar el frío, los receptores encargados de identificar la sensación térmica en el cuerpo captan la señal alertando al cerebro sobre el cambio de temperatura.

Entonces, el cerebro activa un mecanismo natural para enfriar al cuerpo, que consiste en aumentar la temperatura corporal de forma momentánea.

Esto provoca la sudoración, cuyo fin es enfriar al cuerpo rápidamente.

Lo anterior, indica, es que el objetivo de nuestro cuerpo es que sienta menos intensa la diferencia con la temperatura del exterior.

¿Qué efectos produce el café y otras bebidas calientes en el cuerpo?

Si estás buscando incrementar tu consumo de agua natural, los expertos recomiendan evitar las bebidas calientes o tibias, ya que su temperatura disminuye la sensación de sed.

Lo mejor es preferir las bebidas más frescas o al tiempo

Otra contraindicación respecto al café y las otras bebidas calientes tiene que ver con el buen funcionamiento del aparato digestivo. E, incluso, con el posible desarrollo de cáncer de colon.

Los expertos advierten que consumir líquidos excesivamente calientes provoca daños en las células del tejido del sistema digestivo superior.

Aunque se podría pensar que la boca puede estar más acostumbrada a las elevadas temperaturas, estudios han descubierto que las bebidas muy calientes pueden perjudicar:

  • Las papilas gustativas
  • El tejido de la base de la lengua
  • La faringe y el esófago
  • La unión del esófago gástrica, promoviendo la aparición de cáncer de colon.
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