En los últimos años, se ha extendido la idea de que el ruido blanco sirve para conciliar el sueño y hay estudios que apuntan en esta dirección; sin embargo, no existe tampoco una evidencia clara a tenor de las investigaciones publicadas, en las que las muestras no son muy amplias y las metodologías no coinciden para poder comparar resultados.
Estudios de ruido blanco
Nieves Fuentes Sánchez, psicóloga investigadora de la Universidad Jaime I de Castellón de la Plana, explica que cuyos estudios actualmente se centran en conocer la influencia y repercusiones de la música en el cerebro.
De acuerdo a la investigadora, todavía queda mucho por investigar pero es cierto que hay trabajos que apuntan a que la escucha del ruido blanco aumenta la calidad del sueño. Entre otros, señala un estudio publicado en 2005 en Estados Unidos que observó que los pacientes ingresados en la UCI de un hospital dormían mejor tras estar expuestos a ese sonido.
También alude a una investigación que comprobó que individuos que habitaban viviendas ruidosas en Nueva York experimentaron también una mejora en su descanso nocturno gracias al ruido blanco. Sin embargo, añade: “Podría parecer que la ciencia avala su eficacia, pero no todos los estudios apuntan en esa dirección”.
Ruido blanco, conclusiones
En 2021, el departamento de psiquiatría experimental de la Universidad de Pensilvania publicó una revisión sistemática de todos los estudios realizados sobre ruido blanco y concluyó que los trabajos realizados hasta el momento no son suficientes para vincular el ruido blanco con la mejora en la calidad del sueño.
Algunas teorías sostienen que el ruido blanco sirve para conciliar el sueño porque enmascara otros sonidos ambientales que pueden interrumpir el descanso. Pero, por otro lado, apunta, hay estudios que indican que el ruido blanco puede tener efectos perjudiciales.