Enfoque Informativo

  • La virginidad en la Edad Media se valoraba mucho, convirtiéndola en una especie de mercancía

En la Edad Media fueron muy frecuentes las técnicas, artimañas, o remedios para que una mujer se hiciera pasar por virgen en el lecho matrimonial. Eran los curanderos y las comadronas los encargados de decirle a la mujer que quería “reconstruir su virginidad” los diferentes métodos para conseguirlo sin que el marido lo sospechara. ¿Por qué la virginidad en la Edad Media era tan importante? ¿Cómo se hacían pasar por vírgenes las mujeres en este periodo?

¿Por qué las vírgenes eran tan codiciadas en la Edad Media?

Esto se debía principalmente porque era el método más seguro para garantizar la paternidad. La única manera de asegurarse de que un niño nacido de un matrimonio fuera un heredero legítimo era acostarse con una novia virgen. Por ello, la virginidad se valoraba mucho, convirtiéndola en una especie de mercancía.

La forma más obvia de verificar la virginidad de una mujer era inspeccionar el himen. Aunque esto era habitual en la Edad Media, no era infalible. Algunas mujeres nacen sin himen y otras lo rompen prematuramente al realizar las extenuantes actividades que constituían el trabajo de las mujeres en la época medieval.

Por ello es que muchas mujeres recurrieron a todo tipo de técnicas para hacerse pasar por vírgenes en el lecho nupcial.

Sanguijuelas

En el libro Performing Virginity and Testing Chastity in the Middle Ages (2000), un ensayo sobre la sexualidad y la virginidad en la Edad Media, la investigadora Kathleen Coyne Kelly afirma que una de las técnicas más usadas para que una mujer se hiciera pasar por virgen era introducirse sanguijuelas en la vagina.

En el interior, el animal mordía y provocaba obviamente una hemorragia o una costra que se abría en el momento del sexo. La sangre que brotaba le aseguraba al marido que su pareja era virgen.

Reparación del himen roto

Cuando una mujer ya no era virgen, o sí lo era pero su himen se había roto por causas naturales, recurría a un método bastante incómodo: la reparación del himen roto. Esto se hacía a través de la “fumigación”. Se trataba de una mezcla de sustancias herbáceas malolientes que se calentaban. Después, el vapor de la misma se utilizaba para reparar el himen roto.

Intestino de paloma

El cirujano italiano Guillermo de Saliceto sugería a las mujeres que se lavaran los genitales con un baño caliente y se frotaran con ungüentos especiales. Después debían colocar un intestino de paloma lleno de sangre en la vulva. Con el movimiento, el intestino se rompía y la sangre que brotaba engañaba al marido.

Escondiendo la “voluptuosidad”

Como ya hemos visto, la virginidad era muy apreciada en la Edad Media. Algunos creían que era posible evaluar la pureza de una mujer simplemente por su aspecto, ya que se pensaba que unos pechos grandes indicaban “experiencia sexual”.

Había muchos métodos medievales para evitar que los pechos crecieran demasiado o para reducir su tamaño, con numerosas recetas basadas en ingredientes con “propiedades refrescantes y tensoras”.

Mientras que algunos recomendaban el atado, otros optaban por dosificarlos con sangre de los testículos de un cochinillo castrado, cicuta o vinagre.

La receta de la Trotula

La Trotula, un recetario medieval destinado a la ginecología y a la salud de las mujeres, ofrece una de las recetas más extrañas que se usaban en la Edad Media para que una mujer pudiera restablecer su virginidad. Éste fue el libro de medicina femenina más influyente de la Europa medieval e incluía pociones hechas con clara de huevo, flores y diversas hierbas.

  • Tomar las claras de los huevos y mezclarlas con agua en la que se hayan cocido hierbas calientes.
  • Con un paño de lino nuevo mojado, colocarlo en la vagina tres veces al día.
  • Tomar la corteza recién crecida de una encina y disolverla con agua de lluvia. Con un paño de lino, colóquelo dentro de la vagina.
  • Toma natrón en polvo y colócalo dentro de la vagina.
  • Luego, que coloque sanguijuelas en la vagina para que salga sangre, y así el hombre será engañado por la efusión de sangre.
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