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El director de la facultad de la UNAM, Juan Ignacio del Cueto, aseguró que hay preocupación de la comunidad universitaria

El director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Juan Ignacio del Cueto, aseguró que hay preocupación de la comunidad universitaria por la posible desaparición del Centro de Convenciones de Acapulco, por la noticia dada a conocer por el presidente Andrés Manuel López Obrador, de la construcción del hospital del ISSSTE.

Precisó que es una obra de los años 70 realizada por reconocidos arquitectos no solo de México sino que también a nivel internacional.

Expresó que está de acuerdo con la revitalización del inmueble pero que tenga el carácter turístico y la cultura.

Por tal motivo dijo que los catedráticos de la UNAM están en contra de que se construya el hospital de tercer nivel, además que hay otros espacios que cumplen con los requerimientos de ley, pero no en una zona altamente turística y residencial.

Sí al Hospital pero no en el Centro de Convenciones de Acapulco, posicionamiento de la Comunidad Académica de Arquitectura ante la iniciativa de Gobierno de construir el Hospital en el predio que ocupa actualmente el Centro de Convenciones de Acapulco, dijo la Dra. Vanessa Nagel UNAM-Universidad Anáhuac.

También la chef internacional Susana Palazuelos, se sumó a la defensa de este patrimonio cultural turístico que recientemente fue declarado inmueble cultural de la nación.

Al mismo tiempo la promotora cultura Manú Dornbierer, dijo “apoyo totalmente a Susana Palazuelos y su grupo en la defensa del Centro de Convenciones de Acapulco que tendrá un costo de 3 mil 800 millones de pesos”.

Ahora se pretende hacer un hospital del ISSSTE nada más ni nada menos…en una obra internacional.

El terreno donde se encuentra en el corazón de Acapulco mide 157 mil 452 m² y es un gran conjunto de edificaciones de primera clase no solo si no de gran trascendencia artística además de histórica. El edificio principal consta del bellísimo y enorme salón Teotihuacán, del gran teatro “Juan Ruiz de Alarcón”, así como del Nezahualcóyotl, teatro también, pero al aire libre.

Toda la decoración del super conjunto estuvo a cargo del gran diseñador clásico de fama mundial el decorador suizo-ruso Noldi Schreck (14.9.1921-1.2.2009). Asimismo trabajó en dicha gran obra el poeta tabasqueño Carlos Pellicer (16.1.1897-16.2.1977) en la asesoría de diseño con motivos arqueológicos. Se desarrolló la obra en 9 meses con otros grandiosos creadores internacionales. Finalmente el 25 de octubre de 1973 el Centro Cultural y de Convenciones de Acapulco se inauguró con la celebración del 40º Congreso Internacional de ASTA (Asociación Norteamericana de Agencias de Viajes), con la asistencia de 5,000 delegados del ramo turístico provenientes de 50 países reunidos en el salón Teotihuacán, donde fue   la ceremonia de inauguración.

Entre los eventos nacionales e internacionales de importancia en el lugar destaca el certamen Miss Universo celebrado el 24 de julio de 1978, además de muchos conciertos de artistas internacionales que ahí se desempeñaron como Donna Summer, Barry White, Grupo War, Santa Esmeralda, entre otros. Este conjunto arquitectónico fue la sede por 36 años del Tianguis Turístico de México, y ahí se celebró por 10 años “el Festival Acapulco” cuya administración dependía directamente del Gobierno Federal, ergo de la Presidencia de la República.

Entre sus múltiples atractivos se encontraba «El Piano Bar» con un piano que tocaba sin necesidad de persona alguna que lo ejecutara, «El Internacional», con los shows de vanguardia traídos de varias partes del mundo que contaba con artistas de Las Vegas, como contando a Sugar Ice Tea, Emberger Humperdinck, Martin Stevens y Los Platters, entre otros, «El Tablado Flamenco» con los artistas más notables, la «Disco Láser» con sonido Sensurround y el primer rayo láser de Latinoamérica. Fue igualmente ese lugar famoso, EL «CINE CENTRO» ósea sede de los festivales de cine internacionales en Acapulco.

El 9 de noviembre de 2009, el gobierno del Estado de Guerrero anunció el cierre definitivo del Centro de Convenciones a partir del 30 de noviembre de ese año “debido a su inoperancia y porque representaba 2 millones de pesos mensuales para el gobierno estatal”. A pesar de dicho anuncio, el complejo solo permaneció cerrado un día y el 1 de diciembre de 2009 reabrió sus puertas.

Alberto González Pozo, único arquitecto sobreviviente de los tres que crearon el Centro Cultural y de Convenciones de Acapulco (CCA), se pronunció por conservar el inmueble tal como se proyectó, aunque dijo estar de acuerdo en que los jardines se usen para otros fines de interés social. No así la presidenta de ICOMOS, Olga Orive Ballinger, quien reclama su conservación completa: Jardines y edificios.

Al final del acto con el que el Colegio de Arquitectos de Guerrero, A.C. celebró el pasado viernes 23 de junio su LVIII Aniversario, presentó un video en el que tanto el director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, Juan Ignacio del Cueto, como diferentes doctores y maestros en Arquitectura de la UNAM se pronunciaron porque el CIA, sea declarado Patrimonio Cultural Tangible de Acapulco.

En sus participación, González Pozo, quien es coautor del proyecto del Centro de Convenciones de Acapulco, junto con Pedro Moctezuma y Enrique García Formentí, manifestó su preocupación por el futuro del Centro de Convenciones “en vista de las decisiones que se han ido tomando”, en clara referencia a la decisión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de construir en las áreas verdes, aledañas al inmueble, el Hospital Regional de Alta Tecnología del ISSSTE.

“Mi única preocupación, dijo, es que ojalá en el marco de la Ley Estatal 494 que protege los monumentos artísticos estatales, se declare al Centro de Convenciones, Patrimonio Estatal, sin que eso impida que el resto del terreno se use para otros fines de interés social; pero que no se afecte la integridad del inmueble”, recalcó, y sugirió enseguida que ahí se puede crear un nuevo centro cívico, un polo de desarrollo con la participación de los diferentes sectores, públicos, privados y sociales.

De tal forma, propuso, “que todo sea posible con orden y con la contribución de las autoridades federales, estatales y municipales”.

No obstante, la presidenta del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico Artísticos (ICOMOS), Olga Orive Ballinger, reclamó la conservación total del proyecto del Centro de Convenciones, toda vez, indicó, que no son lotes baldíos los predios que rodean a los edificios del CCA, “el proyecto arquitectónico más importante del movimiento moderno en México”.

Por lo tanto, advirtió que no se pueden dividir esos predios porque los jardines, el espacio verde, forma parte de una unidad, tal como fue proyectado el CCA, y sugirió enseguida que esa área debe ser convertida en un parque urbano, necesario para la población de Acapulco.

Louise Noelle Gras, investigadora mexicana de la arquitectura, que labora desde 1983 en el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, se pronunció a favor de conservarlo y que retome su vocación cultural.

La coordinadora del Acervo Arquitectónico de México en la UNAM, Elisa Drago, calificó la intención de afectar al inmueble, como un despropósito y cuestionó si las autoridades no piensan que es una obra con un valor muy importante como patrimonio del país; “me manifiesto porque se conserve y revitalice de la forma más adecuada y que se atienda la petición de la ciudadanía, ya que es un ícono de Acapulco”, apuntó.

La investigadora Nivel I del Conacyt, Vanessa Nagel Vega, quien imparte clases de Patrimonio en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, apoyó la propuesta del Colegio de Arquitectos del Estado de Guerrero, A.C. para que el Centro de Convenciones sea declarado Patrimonio Cultural Tangible, y recordó que fue creado en 1973, como la obra más moderna y funcional de América latina, y lo calificó como “un conjunto arquitectónico emblemático que forma parte de la identidad de los acapulqueños”.