El actor mexicano buscó la alcaldía de Acapulco impulsado por el Partido Humanista, prometiendo seguridad y turismo
El reconocido actor mexicano Andrés García, quien murió hoy, sorprendió en abril de 2015 a propios y extraños al lanzarse como candidato a la alcaldía de Acapulco, respaldado por el Partido Humanista. Con promesas enfocadas en la seguridad, el turismo y la economía de la región, García se sumó al mundo de la política en busca de un cambio en su amado puerto.
Durante una conferencia de prensa, Andrés García presentó sus propuestas, que incluían la erradicación de la “basura humana” en el puerto, en referencia a los secuestradores y criminales que afectan a la población.
Como parte de sus iniciativas para impulsar el turismo y la economía en Acapulco, el actor propuso realizar fiestas cada fin de semana, así como carreras de lanchas y yates que atrajeran a turistas nacionales e internacionales.
Acompañado de militantes del Partido Humanista, García destacó la importancia de mejorar la seguridad en Acapulco, con especial énfasis en la reducción de secuestros. Para ello, buscaría coordinar acciones con las áreas responsables de seguridad, limpieza y turismo.
En su discurso, Andrés García manifestó su determinación en la lucha contra la delincuencia: “Hasta donde yo pueda, se van a ir para abajo esos que secuestran, no van a tener cabida aquí, ya veré cómo le hago y de a cómo nos toca”.
Entre los otros candidatos a la alcaldía de Acapulco se encontraban figuras de distintos partidos políticos, como Marco Antonio Terán Porcayo, del PRI; Zeferino Torreblanca Galindo, del PAN; Joaquín Badillo Escamilla, del PVEM; y Jesús Evodio Velázquez Aguirre, del PRD-PT.
La incursión de Andrés García en la política demostró que el actor estaba dispuesto a utilizar su fama y experiencia para abogar por mejoras en la calidad de vida de los acapulqueños, a través de medidas concretas y propuestas audaces.
Si bien la carrera política de Andrés García fue un capítulo breve en la vida del actor, su participación en la contienda por la alcaldía de Acapulco dejó una huella en la memoria de sus seguidores y de aquellos que anhelaban un cambio en la dirección del puerto, pero no se les hizo.