Por: Juan José Romero
A un mes del impacto de Otis, las comunidades rurales de Acapulco y Coyuca de Benítez todavía no tienen servicio de energía eléctrica
A un mes del impacto del huracán Otis, la zona rural de Acapulco y Coyuca de Benítez, se encuentra completamente abandonada por parte del Gobierno federal, ya que “no ha llegado ni un solo peso y está demostrado en los hechos: Hay un campo desolado y abandonado, nadie se ha acercado a corroborar los daños que sufrieron los campesinos que se cuentan por miles de millones de pesos”, sostuvo el dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, Evencio Romero Sotelo.
Junto con otros líderes agrarios informó de un recorrido que el miércoles de esta semana hicieron a los 32 núcleos agrarios y 20 ejidos de Acapulco y Coyuca Benítez donde pudieron comprobar la lamentable situación que padecen los campesinos de esos lugares.
Mencionó que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, declaró en su conferencia mañanera que su gobierno ya había autorizado 299 millones de pesos para el campo de Guerrero, “pero resulta que esos 299 millones de pesos nada más están en la declaración de López Obrador, porque en la realidad no hay nada, no ha bajado nada; no hay recursos para operar, por lo que el campo de Acapulco y Coyuca de Benítez está abandonado a su suerte”, remarcó.
Comentó que a un mes del impacto de Otis, las comunidades rurales de Acapulco y Coyuca de Benítez todavía no tienen servicio de energía eléctrica “y ni siquiera tienen qué comer, porque allá no llegan las despensas y tampoco llegan las brigadas médicas”, reprochó.
Dijo que si no han llegado estos apoyos inmediatos, sobra decir que tampoco se ha iniciado el censo agropecuario y pesquero para la evaluación de los daños, “lo cual es grave, por lo que no se sabe a cuánto ascienden las afectaciones en el área rural”.
En este sentido Romero Sotelo, refirió que los campesinos de las comunidades afectadas de Acapulco y Coyuca de Benítez sostendrán una reunión, y posteriormente recorrer las hectáreas de mango, coco, maíz, limón, y cuantificar los daños en la pesca y en el ganado: “se va a establecer una comisión para tener los pelos de la burra en la mano y ahora sí, decirle al secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, que venga y que atienda la situación que vive el campo de Guerrero, que no sea un burócrata empedernido”.
Y es que dijo que para el resarcimiento de los daños en el campo de Guerrero por la devastación del huracán “Otis” tiene que intervenir el gobierno federal porque al estatal no le va a alcanzar ni para solventar ni la cuarta parte de las afectaciones: “no tiene dinero el gobierno del estado”.
Insistió que son miles de hectáreas de diversos cultivos las que se perdieron, “además de las miles de cabezas de ganado que se perdieron y miles de embarcaciones pesqueras”.
Romero Sotelo recordó que no sólo son los daños causados por “Otis” en Acapulco y Coyuca de Benítez, sino también las afectaciones que provocó “Max” en la Costa Grande, por lo que alertó que Guerrero sufrirá “una situación muy difícil en cuanto a la alimentación, problema que ya están viviendo los campesinos, víctimas de una indolencia criminal por parte del gobierno federal”.
Expresó que los gobiernos federal, estatal y municipal están enfocados sólo en la Costera Miguel Alemán y en la zona turística, pero al campo lo tienen abandonado: “ayer nos encontramos un camión de la Marina para repartir despensas, cuando pueden disponer de cinco, es decir, están dando mejoralitos”.
Recalcó que mientras que los pueblos de la zona rural de Acapulco y Coyuca de Benítez están incomunicados por tierra, “ya que no se puede ni pasar, la maquinaria pesada y los camiones están siendo utilizados en las obras faraónicas de López Obrador como el Tren Maya”, finalizó.