Guillermo Hernández Acosta

La barra se llevó 6 enramadas y están en riesgo de colapsar otras 15.

A 4 días del impacto de la tormenta tropical «Max», habitantes y restauranteros de la comunidad de playa Boca-Chica no han recibido ayuda por parte de los 3 órdenes de gobierno, denunció la delegada municipal Olivia Suastegui de la Cruz.

Informó que la corriente del río extendió la superficie de la barra llevándose 6 enramadas y siguen en riesgo un total de 15 restaurantes porque la corriente del agua se ha «comido» la superficie de la arena.

Los daños en este punto de playa se pueden observar a partir del embarcadero dónde la corriente del agua se «llevó» un restaurante.

La representante del poblado, agregó que desde el pasado lunes están sin energía eléctrica y lo que es peor no pueden reactivar sus negocios porque no tienen producto que vende debido a que los pescadores no pueden salir al mar porque también está alerta por el fenómeno de mar de fondo.

Pese al paso de los días, la corriente del río sigue siendo muy fuerte y la barra es un riesgo latente para los pobladores y pescadores que siguen esperando el apoyo gubernamental.

 

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