Enfoque Informativo

  • Ser creador de contenido es una actividad cada vez más popular, aunque existe el debate de si puede o no considerarse una profesión como las demás

En un contexto en donde las redes sociales están en auge ha crecido exponencialmente el número de personas que encuentran en estas plataformas una ventana de oportunidad laboral: Los denominados influencers. Pero surge un cuestionamiento, ¿puede su actividad en redes considerarse una profesión como tal?

Hay puntos a favor y en contra. Por un lado, la labor que realizan los que también son llamados creadores de contenidos suele ser muy reconocida.

Recientemente en España se llevó a cabo la entrega de los premios Best Influencers 2022, con el mismo objetivo con el que destacan, en otras ocasiones, el trabajo de empresarios y emprendedores.

Para Fernando Checa, profesor de Unir y experto en redes sociales y marketing on-line, es necesario entender primero los tipos de influencers que hay. Están las celebridades o famosos que usan las redes como un canal para realizar acciones publicitarias y los que «no eran conocidos por una profesión extremadamente popular, pero que a través de las redes se han dado a conocer».

Un buen ejemplo es Cristiano Ronaldo, dice Checa, ya que es claramente un influencer pero en el mundo real su renombre viene de su profesión de futbolista.

Generar ingresos u obtener beneficios económicos no es el único parámetro necesario para considerar el ser influencer como una profesión. Es un tema complejo y con muchos matices.

Perspectivas

Claudia Varela, docente de la Facultad de Ciencias del Comportamiento y del Trabajo de la UISEK. Está a favor de que se profesionalice esta profesión por todos los efectos masivos y negativos que puede estar generando. Más allá de la creación de contenidos cree que pueden ser asesores en marketing digital.

Fernando Checa. Este experto en redes sociales descarta que el ser influencer sea una promesa profesional para el futuro. Cree que el espacio para este tipo de personajes (del nivel de Ibai Llanos por ejemplo), con la capacidad para comunicar y llevar su mensaje a millones de seguidores, es limitado. Incluso para las marcas.

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