Enfoque Informativo
En una relación de pareja sana, lo que predomina es el amor y no el enamoramiento. Los conflictos, que los hay, se hablan. Y no siempre es todo felicidad. Existen momentos mejores y momentos peores.
Popularmente se dice que cuando encontramos a la persona amada nos volvemos “locos de amor”. Pero parece evidente que en toda relación tiene que haber algo de cordura. Se le puede llamar pareja sana, personas que se entienden, o de mil maneras. Pero ante todo diríamos que es posible encontrar el equilibrio, o al menos, así lo creen algunos expertos.
Asume la responsabilidad de tu estado emocional
Un punto importante para tener una relación de pareja sana es que cada miembro se responsabilice de su felicidad. Así, es básico que el amor hacia el otro parta de sólido amor propio y de tener una autoestima con un buen tono que refuerce la idea de que tenemos muchas cosas valiosas que aportar a la relación.
Abre los canales de comunicación para mantener el equilibrio
El segundo punto en el que inciden especialistas tiene que ver con la importancia de la comunicación para establecer y mantener el equilibrio del que hemos hablado antes. Para ello es clave hacer el uso de la empatía y saber abrir canales de escucha activa.
Practica la asertividad como la mejor forma de sinceridad
Una relación de pareja sana jamás estará basada en la mentira. Este es un punto básico. Por eso es necesario que ambas partes sean sinceras en los puntos más importantes de anclaje de la pareja. Así pues, si hay algo que te molesta, no te lo guardes hasta que termines saturado y siendo el guardián de un montón de conductas que te han molestado.
La confianza es vital
El siguiente punto que nos ocupa en un clásico en las relaciones de pareja. Si no hay confianza entre ambas partes, rara vez se podrán conseguir lugares comunes para los dos. Es importante que crees un caldo de cultivo positivo en el que se sientan confiados y apoyados y en el que se sientan que el otro también se siente así.
Vivir el presente siendo realistas
Si uno o ambos miembros se centran en lo que vendrá, en cambiar a la otra persona o en que mañana será mejor marido o mujer, poco futuro tendrá la relación. Una relación de pareja sana vive en el presente, en el aquí y ahora. Es bueno hablar del futuro, pero sin dejarse condicionar de forma férrea por las ideas y expectativas. Lo que existe es el presente y por mucho que planeemos todo está sujeto a cambio.
De la misma forma que no se puede vivir en el futuro, tampoco se debería vivir en el pasado. Prácticamente todas las parejas han tenido problemas. Sin embargo, una vez superados y perdonados, déjalos ahí. No los saques cada vez que haya una discusión para usarlos en forma de arma arrojadiza o reproche.
Por todo lo anterior, podemos considerar estas como características de una relación de pareja sana. O al menos, así lo consideran expertos en parejas.