Por Eduardo Flores Salado 

El presidente de la Cámara Nacional de comercio (Canaco) capítulo Acapulco, Raúl Iracheta, señaló que para este Buen Fin serán las ventas en línea las que tengan un aumento y esperan superar los más de 235 millones de pesos que el año pasado.

Declaró que tras la pandemia generada por el Covid -19, este  año un total de 4 mil establecimientos  se agremiaron en la entidad y pretenden superar al menos el 5% de las ventas del 2020. 

El líder empresarial en el puerto, dijo que el año pasado el comercio en línea fue del 60 por ciento de los clientes, hoy se habla del 50 por ciento y el resto de manera presencial en los establecimientos. 

Recomendó las compras prudentes en los diferentes establecimientos y dependiendo de la capacidad de pago de cada contribuyente. En Guerrero Profeco desplegó 10 módulos de atención; 9 en Acapulco y 1 en Chilpancingo. 

Este año, el consumidor tiene más opciones para comprar productos, reservar servicios del 10 al 16 de noviembre, se proyecta rebasar los mil 500 millones de pesos. 

Los giros que están participando son las tiendas departamentales, restaurantes, papelerías, venta en mayoreo, así como hoteleria y prestadores de servicios turísticos.  

“Acapulco es turístico, es una gran fiesta, todo mundo está participando en beneficio de la economía y ahorira una tan dañada viniendo de la pandemia, es importante reactivar la economía”.

En el primer día de El Buen Fin las tiendas contra las que más reclamaciones se presentaron de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) fueron tiendas de autoservicio y departamentales.

Las cuales encabezan: Walmart y Liverpool, con cinco cada uno, seguidos de Sam’s Club, con cuatro. Soriana y Volaris tres y Viva Aerobús, dos.

Los principales motivos de reclamación fueron: no respetar el precio anunciado, cargos adicionales no autorizados, incumplimiento de promoción, incumplimiento de oferta, no respeta meses sin intereses, entrega de producto dañado, no informar de términos y condiciones.

Además de negativas a cancelar las compras o a entregar el producto o a vender productos en existencia.

De acuerdo con la Profeco “la lista de ciudades con mayor número de reclamaciones la encabezan Guadalajara, Puerto Vallarta, Culiacán y Chihuahua, con tres cada una”.

En tanto que los productos con más reclamaciones fueron: Ropa y zapatos con seis reclamaciones, Vuelos y Transporte cinco, alimentos y bebidas cuatro, Juguetes cuatro, celulares y tecnología tres, muebles dos, electrodomésticos dos, servicios de telefonía dos, blancos dos y línea blanca dos.

Por estos días se lleva el evento de comercio más importante del año, el “Buen Fin”, instaurado hace exactamente una década. De inicio, como su nombre indica, el “Buen Fin” era un fin de semana donde diversas tiendas –desde departamentales hasta minoristas– ofrecían descuentos con el fin de incentivar el gasto en el país.

Ahora, 10 años después, el “Buen Fin” dura cinco días. En unas semanas vendrán sus equivalentes, “Black Friday” y “Cyber Monday”, iniciados en Estados Unidos y adoptados también en México. Mismo concepto: incentivar el gasto a través de promociones.

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La idea, hasta ahora, ha funcionado, al grado de que la actual administración, que pregona la austeridad hasta por los codos, participa. A la economía nacional le conviene que el dinero salga de las cuentas de ahorro y circule. Más después de la crisis económica de los últimos dos años.

Sin embargo, y bien lo explicó en Twitter Alejandro Joloy –director comercial de uno de los e-commerce más importantes del país, y, aviso, amigo del autor de esta columna–, igual hay que tener cuidado al momento de dar clic y comprar en las promociones: el descuento puede no ser tal ya que los precios que aparecen tachados en las ofertas no son necesariamente los precios de venta originales.

A pesar de que Amazon y Mercado Libre, los dos grandes mercados en línea del país, han buscado desterrar estas prácticas, es imposible hacerlo con el volumen de ventas que maneja. Por eso Joloy recomienda utilizar un par de herramientas gratuitas llamadas “Keepa” y “Mercadotrack”, cada una para el respectivo sitio. Con ambas puede detectarse qué tanto ha fluctuado el precio del producto y decidir si vale la pena comprarlo o no.

Ése es un aspecto a tomar en cuenta, pero huelga decir que el “Buen Fin” es todo menos negativo. De hecho, la campaña –y éste no es un llamado a comprar por comprar– sirve en tiempos actuales para paliar la pandemia y sus efectos económicos.

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