Juan José Romero
-
No cualquiera puede elaborar una buena rosca de reyes, asegura empresaria de Chilpancingo
Para un panadero en Chilpancingo, competir con las grandes tiendas comerciales se ha convertido en todo un reto pues las materias primas que utilizan en la elaboración de las tradicionales roscas de reyes se han elevado de forma desorbitada.
Alma Romero Martínez, integrante de la Panadería La Asunción, señaló que desde el inicio de la Guerra entre Ucrania y Rusia los precios de la materia prima se han elevado en más del 100 por ciento lo que hace muy difícil que la clientela adquiera sus productos y más ahora en la tradición del Día de Reyes.
«Se incrementó la harina, ahorita un bulto de 40 kilos cuesta más de 800 pesos, el azúcar anda por los cielos, la mantequilla, la fruta que lleva la rosca, incluso los muñequitos que salen en cada una de ellas han incrementado y así nosotros no podemos ofrecer un precio de hace más de un año cuando aún no se incrementaban», señaló.
Una rosca de pastel para 8 personas tiene un costo en el mercado aproximado de 150 pesos, y varía de acuerdo al tamaño, las hay más chicas o más grandes cuyos precios oscilan en los 220 pesos para 10 personas.
«Nosotros ocupamos material de primera, pero la gente muchas veces busca lo barato pensando en ahorrar, pero el sabor que nosotros tenemos es artesanal cien por ciento, en las tiendas venden roscas tiesas y en algunos casos con lana, y eso la gente no lo mira, se va con la finta», indicó Romero Martínez.
La panadería La Asunción tiene más de 50 años en Chilpancingo produciendo pan para todos los gustos y bolsillos, siempre empeñando la calidad de sus productos, así lo recalca Alma, quien además es la hija del creador de esta empresa cien por ciento familiar.
Comentó además que en su negocio ofrecen una mega rosca que alcanza para 30 personas aproximadamente que desde unos años comenzaron a elaborar y que ha entrado en el gusto de la ciudadanía de Chilpancingo.
Y aunque la competencia es «feroz», confían en que la calidad de sus productos sea su carta de presentación, más allá de que mucha gente prefiere pagar «lo menos por lo peor», y se va a las tiendas comerciales donde encuentran un precio «cómodo» pero con un producto sin calidad, apuntó.
¿Les ha afectado que también por parte del municipio y el estado ofrezcan cursos para hacer rosas para vender?, se le cuestionó.
«Si nos afecta porque ahora e en las calles a cualquiera haciendo rosas creyendo que, con un poco de harina, y agua se puede elaborar un producto de calidad, no es por menospreciar, pero llevamos muchos años en el negocio del pan y no cualquiera es un panadero», respondió en un tono irónico.