Como los especialistas en hidro meteorología habían advertido, el actual periodo de estiaje ha resultado más agudo de lo esperado a nivel nacional, a tal grado que la Comisión Nacional del Agua ha reportado que más del 80 por ciento del territorio está enfrentando actualmente una aguda sequía.

Incluso grandes ciudades como Monterrey y la Ciudad de México están registrando el denominado estrés hídrico, debido a que las reservas del líquido podrían quedar agotadas muy pronto, con las evidentes consecuencias para sus millones de habitantes.

Aunada a la complejidad del abastecimiento y suministro, debe agregarse el otro gran desafío a nivel nacional, que es la administración de los organismos operadores en los municipios, la gran mayoría de ellos con grandes problemas financieros y muchos en la quiebra total.

El caso de Guerrero es emblemático. Aquí en el estado, prácticamente todas las comisiones de agua están en números rojos y no de ahora, desde hace muchos años. Utilizadas como cajas chicas con fines de interés político, sus tesorerías han sido permanentemente desfondadas con acciones de corrupción sin fin, por lo que los pasivos que arrastran son multimillonarios.

Mal manejadas y peor administradas, registran apabullantes porcentajes de morosidad por parte de usuarios a los que de vez en cuando les llega el agua y por lo mismo se resisten a pagar. El caso de la Comisión de Agua Potable de Chilpancingo (CAPACH) es un claro ejemplo. Han pasado por ahí tantos directores improvisados, que su viabilidad financiera se había visto comprometida a tal grado que, perdonando la comparación, parecía un pozo sin fondo.

Ese deplorable manejo técnico y administrativo ha significado para el organismo operador la acumulación de un millonario pasivo con la Comisión Federal de Electricidad, pues lamentablemente la mayoría de los sistemas de captación del líquido que abastecen a la capital, requieren de bombeo permanente por la ubicación orográfica de las fuentes de donde provienen.

Siendo un ente paramunicipal, la Capach gravita necesariamente en la órbita del ayuntamiento, sin embargo, durante los últimos gobiernos municipales no hubo capacidad y a veces ni siquiera voluntad, para sanear sus finanzas de manera efectiva. Es por ello por lo que el actual cabildo la recibió en la quiebra total, de tal manera que su operación ya se veía comprometida.

Conocedora de la realidad que viven decenas de miles de familias en las colonias populares capitalinas, que todos los días batallan para tener suficiente agua para cubrir sus necesidades básicas, la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez tomó la determinación de ir a fondo para sanear las finanzas de la comisión y abordó el tema del adeudo con la CFE, que es lo más apremiante.

Luego de varias semanas de constantes negociaciones, en un hecho que incluso sentó un precedente nacional, Norma Otilia concretó la firma de un convenio tripartita, entre el gobierno estatal, el gobierno municipal y la CFE para cubrir ese pasivo histórico, por más de 77 millones de pesos.

La alcaldesa puntualizó que se estableció el pago del adeudo en 24 emisiones, a fin de liquidar en su totalidad la deuda que dejó la administración pasada. Señaló que desde diciembre pasado se cubrió un primer pago de 5 millones de pesos, más otros 20 millones después, en tanto la CFE subsidiará 25 millones, lo que en términos reales representa una disminución del adeudo de 50 millones. Agregó que los restantes 25 millones se irán cubriendo en los próximos 24 meses.

Paralelamente, dijo, se está cumpliendo con los pagos mensuales de los consumos actuales, de tal manera que no se vuelva a generar ningún adeudo histórico, que erosione la buena operación de la Capach, organismo que se comprometió a hacer eficiente, pues el propósito de su administración es cumplir con el compromiso de que el agua no falte en los hogares de los capitalinos.

Sabe la presidenta municipal muy bien que para rescatar a los organismos operadores de agua, ampliar sus fuentes de captación y mejorar la infraestructura, se requiere de un respaldo mayor, por lo que ha emprendido gestiones ante las cámaras de diputados y senadores, para que volteen a ver a Guerrero y canalicen recursos con esos objetivos.

Falta por recorrer mucho trecho, pero obviamente librar al organismo operador de agua capitalino de ese lastre monumental, es un avance sustancial y lo mejor, la alcaldesa capitalina lo hizo sin pavoneos y con eficiencia, no como en el pasado, que se hablaba mucho y se hacía bien poco o nada.

Ojalá ese esquema de saneamiento se reproduzca en otras comisiones de agua en la entidad, pues queda claro que sólo con voluntad política y transparencia administrativa, más, efectivamente, del concurso decisivo de los tres niveles de gobierno, se podrá lograr su saneamiento integral

Ya corresponderá a los directivos de cada comisión el resto de la responsabilidad, es decir, salir de los números negros mediante la recuperación de cartera, el combate al clandestinaje y el pago oportuno por parte de los usuarios, quienes seguramente lo harán si reciben el líquido con regularidad.

En el caso capitalino hay confianza, porque los integrantes del equipo nombrado por Norma Otilia se han mostrado conocedores y eficientes, por lo que se espera que continúen en esa ruta para que la Capach deje de ser un permanente dolor de cabeza para todos en la capital.