Enfoque Informativo

Las relaciones de pareja son un mundo aparte, empezando porque cada una se construye de una manera muy particular. Sin embargo, a pesar de la heterogeneidad de las vidas en común, sí parecen existir predictores sólidos en lo referente a la viabilidad de la relación.

En este caso, nos enfocamos en las principales señales que suelen ir asociadas al fin de una relación.

Indicadores de la salud de una relación de pareja

Estas señales hablan de uno de los miembros de la pareja o de ambos y tienen que ver sobre todo con las interacciones de los integrantes de la pareja y con la calidad del vínculo que están construyendo.

Protagonismo de la rigidez mental

La rigidez mental (considerar que solo hay una opción válida y que esa opción es la nuestra) lleva asociada una incapacidad para considerar los puntos de vista del otro. Si uno de los miembros de la pareja (o ambos) es incapaz de abrir su mente para comprender al otro, es muy difícil que la relación prospere. En el contexto que describimos es realmente difícil que alguien pueda valorar al otro si piensa que el diferencial que aporta es equivocado o insustancial.

En las relaciones de pareja, las situaciones que van a demandar una flexibilidad mental van a ser recurrentes. Dejando aun lado la valoración del otro, la rigidez minará la probabilidad de alcanzar acuerdos, dejando que se acumulen una serie de conflictos que amenazarán las entradas de aire en la relación.

Así, es fácil que en un momento dado, las personas que forman parte de esa pareja miren a su alrededor y solo vean diferencias.

Ausencia de afecto y gratitud

Toda relación interpersonal, incluida la relación de pareja, requiere afecto y gratitud para construirse y perdurar en el tiempo. Cuando somos agradecidos, el vínculo con el otro se fortalece; se crea un espacio de intimidad. Y cuando expresamos afecto y amor, el vínculo también se vuelve fuerte y tenemos además la oportunidad de cultivar la confianza mutua con el otro.

Cuando hablamos de expresar afecto y gratitud, hablamos de gestos como: compartir bromas, acurrucarse, besarse, abrazarse, cogerse de la mano, decir “gracias”, encontrar la alegría en experiencias cotidianas… En cambio, criticar al otro o recordarle sus defectos serían una evidencia de falta de gratitud y ser fríos, una señal de falta de afecto (por ejemplo).

Desajuste en las expectativas

Otra de las señales de que una relación va a terminar es el hecho de tener unas expectativas poco realistas del otro. Aferrarse a visiones idealizadas de la relación perfecta daña la relación, porque sus miembros se acaban enfadando o desesperando cuando su pareja resulta ser diferente a lo que habían imaginado en su cabeza.

Esa imagen idílica del otro va desapareciendo con el tiempo, a través de los hechos, y así las expectativas -poco realistas- se truncan. Y con ellas hacemos referencia a lo que esperamos o creemos ver en el otro, y también a las ideas asociadas al mito del amor romántico.

Ausencia de calidad en la comunicación

La comunicación es esencial en la pareja; es un ingrediente clave que permite construir, compartir, entender al otro, crecer como pareja, expresar inquietudes… Así, no expresar nuestras necesidades, la falta de asertividad, no decir lo que nos molesta del otro, guardarnos las cosas y reprimirnos… Todo esto son acciones que conducen a una falta de comunicación en la pareja, lo que configuraría otra de las señales de que una relación va a terminar.

También lo es una comunicación inadecuada; por ejemplo, hablarse mal (a través de un estilo agresivo), utilizar la comunicación pasivo-agresiva, no ser claros cuando nos expresamos, esperar cosas del otro sin comunicárselo, etcétera.

Insatisfacción sexual

La falta de satisfacción sexual también es un buen predictor de término o, al menos, un buen indicador de que la relación necesita cambios. Así lo sugiere un estudio publicado en el Journal PNAS, llevado a cabo por investigadores de la Western University.

La investigación estudió precisamente la satisfacción sexual como uno de los indicadores más sólidos de la satisfacción de la pareja. En este sentido, una vida sexual satisfactoria no parece ser una condición suficiente para mantener el vínculo, aunque en muchas ocasiones pueda sostenerlo, pero sí una condición necesaria.

Cuando hablamos de satisfacción sexual, no nos referimos solo a la satisfacción con la frecuencia de las relaciones sexuales, sino a otras muchas variables que influyen en eso que llamamos satisfacción. ¿Cómo me siento cuando interactúo sexualmente con el otro? ¿Me siento escuchado, amado, respetado…? ¿Me siento deseado? Todas estas cuestiones tienen que ver con la satisfacción sexual, con cómo sentimos que existe una intimidad con el otro que es capaz, también, de producirnos placer.

Otras señales de que una relación va a terminar

Hemos hablado de algunas señales que alertarían del fracaso de una relación, pero hay más. El citado estudio, por ejemplo, arrojó más datos interesantes; concretamente, los investigadores encontraron hasta 10 señales que pueden ser determinantes en las relaciones: 5 de estas señales estarían basadas en los individuos de la relación y las 5 otras en cómo se relacionan, interactúan y se tratan el uno al otro.

Los resultados mostraron que las señales de que una relación estaba a las puertas de su final eran las siguientes:

COMPARTIR